Desde su éxito aplastante en los Juegos de Pekín, Usain Bolt dejó de ser un atleta para pasar a ser un showman. Su forma de celebrar sus victorias y su simpatía le sirvieron para viajar por todo el mundo. Las grandes firmas de publicidad le reclamaron, pero entre evento y evento todavía encontraba tiempo para superarse.
Sin embargo, siempre parecía que la carrera del hombre más rápido de la Tierra tendría una temprana fecha de caducidad. Su carácter dejaba intuir que se cansaría rápido de correr, pero lo cierto es que su motivación le sigue acompañando en todo lo que hace.
En estos días, Bolt se encuentra en Rio de Janeiro en unos actos de promoción de la ciudad que acogerá sus últimos Juegos. Allí, Usain intentará asombrar al mundo con un nuevo récord mundial en 2016, pero estos días promete bajar de los 10 segundos en una pista construida sobre la playa. El hombre que domina los 100 y los 200 metros lisos con mano de hierro asegura que está en muy buena forma. Bolt no se aburre de ganar y siempre encuentra nuevos retos. «Quiero que mi estatus de leyenda alcance otro nivel».
No obstante, ‘el Rayo’ tiene programado el final de su carrera como atleta. Pensaba que lo mejor era retirarse en sus últimos Juegos Olímpicos, pero ha cambiado de opinión.«Creo que haré un año más, mis patrocinadores me pidieron que hiciera un año más, así que iré hasta 2017», aseguró el atleta.
Además, el hombre que acude a los entrenamientos de los grandes equipos de fútbol europeos siempre que puede reconoció que su salto al deporte rey será una realidad. «Dije que quería probar fútbol profesional a ver si soy bueno. En cuanto a ser un entrenador, no, no quiero ser un entrenador. Viendo lo que hago pasar a mi entrenador, no quiero pasar por lo mismo con un atleta», declaró.
Usain Bolt llegaría al fútbol con 30 o 31 años por lo que podría jugar varias temporadas en plenitud física. El seleccionador jamaicano ya dijo que querría contar con él para el combinado nacional y mediáticamente no le faltarán novias. Se ha especulado con que jugará como delantero centro bordeando el fuera de juego. Cualquier balón a la espalda de la defensa sería suyo, aunque ya se han visto muchos atacantes africanos en la historia del fútbol que corrían mucho, pero eran incapaces de mandar el balón entre los tres palos. Habrá que ver cómo lo hace Bolt, pero con 1,96 y esa velocidad por condiciones físicas no va a ser.