La selección española de baloncesto cumplió los pronósticos al sumar este sábado una clara victoria frente a Irán (60-90) en su debut en la Copa del Mundo, triunfo cimentado en el liderazgo anotador de Pau Gasol (33 puntos) que dejó una mala noticia con Serge Ibaka, baja de última hora por una sobrecarga muscular sufrida durante el calentamiento.
Siete años después de la fatídica final del Eurobasket, España volvió a un gran torneo internacional delante de su público y lo hizo cumpliendo el expediente ante un rival sensiblemente inferior, el escenario ideal para un debut que finalizó con ola del público incluida y que únicamente empañó el contratiempo físico de Ibaka. Por contra, volvieron Rudy Fernández y Álex Abrines, ya recuperados de sus respectivas dolencias.
Descansado físicamente tras un año demasiado tranquilo con Los Angeles Lakers y mentalmente tras firmar con Chicago Bulls, Pau Gasol, MVP del Mundial de Japón 2006, dejó su tarjeta de visita nada más inaugurarse el debut del anfitrión: 12 puntos en 7 minutos para regocijo de un Palacio de Deportes de Granada que no alcanzó el lleno.
El catalán cogió galones en el juego interior, consciente de que la mayor amenaza rival era el pívot exNBA Hamed Haddadi y que el equipo sufría la baja de Felipe Reyes por un pequeño problema muscular. Según pasaban los minutos e Ibaka no comparecía sobre la cancha, se confirmaba que los hermanos Gasol iban a tener más trabajo de la cuenta. Al menos el problema surgía ante un rival asequible, eso sí.
Pero no terminaba de arrancar España, mermada por la leve confusión de todo debut en un gran torneo y sorprendida por la inspiración de Mahdi Kamrani, el menudo base que torturaba alternativamente a Ricky, Sergio Rodríguez y Calderón hasta embolsarse 16 puntos en la primera parte.
Partido roto justo antes del descanso
Por momentos se escuchaba mejor a la pequeña pero bulliciosa hinchada árabe, hasta que los pupilos de Juan Antonio Orenga perpretaron su primer arranque de rabia, apoyados en una defensa que parecía despertar con mayor movimiento de extremidades. Un mate tras robo de Rudy y un triple de Navarro ajustaban el partido a la realidad de lo esperado (28-45, min.17).
Hasta esa canasta del capitán llegó la resistencia de Irán. Después del descanso las aguas volvieron a su cauce natural, el esperado desde el día del sorteo de la Copa del Mundo, y España puso velocidad de crucero hacia su primera victoria, sin alardes pero sin concesiones para frustración de Arghavan. El pívot del Zob Ahan daba la nota con una dureza impropia del marcador que le costaba la expulsión en el tercer cuarto.
El partido quedaba resuelto antes del último parcial (50-70) y en el banquillo español Ibaka lucía sonrisa, el mejor síntoma de cara a los compromisos de más nivel que aguardan ante Brasil, Francia y Serbia. Antes, Egipto se antoja este domingo (22 horas) otra víctima propicia para que la anfitriona siga engrasando la maquinaria que debe guiarle hasta la gloria.