El tenista español Rafa Nadal tuvo que superar un calvario para clasificarse para la tercera ronda del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de verse obligado a jugar más de cuatro horas y cinco mangas contra el estadounidense Tim Smyczek (6-2, 3-6, 6-7(2), 6-3 y 7-5).
Aquejado de algún tipo de problema físico que le llevó a tomar una pastilla al inicio del tercer set, el balear pasó de dominar el partido, a verse abajo dos sets a uno y con un rival que quería aprovechar la situación para lograr su victoria más sonada, llevando al límite al de Manacor.
Nuevamente se cernía sobre el exnúmero uno del mundo la sombra de los problemas físicos que le han aquejado ya en varias ocasiones en esta cita, la última vez el año pasado en la final ante Stanislas Wawrinka, pero el manacorí supo aguantar y esperar a que su estado mejorase para jugar sus bazas en una quinta manga donde el americano no se rindió hasta los momentos decisivos. El israelí Dudi Sela será el rival camino de los octavos del campeón en Melbourne en 2009.
El partido ante el 112 del mundo no parecía que fuese a ser un obstáculo demasiado complicado para Nadal y así se confirmaba tras una primera manga donde el número tres del mundo, que nunca había perdido en esta ronda en este 'grande', ofrecía la solidez de su estreno ante Mikhail Youzhny.
Pero a partir de ahí, empezaron a llegar numerosos errores y Smyczek elevó su nivel para comenzar a sacar golpes ganadores (64) de todos los lados de la pista y desarbolar al español, visiblemente menos enérgico que en otras ocasiones y que reconoció que no tuvo sus mejores sensaciones después de pocos partidos en sus piernas. Sin embargo, tras perder el segundo y el tercer set, el nueve veces ganador de Roland Garros fue recuperando su solidez para forzar un quinto parcial, una especialidad en la que pocos pueden presumir de derrotarle.
El pupilo de Toni Nadal cerró con un cómodo 6-2 el primer set en poco más de media hora. El estadounidense, que jugaba su quinto partido tras haber disputado la previa, logró soltarse y el 'break' nada más comenzar el segundo parcial le animó, aunque su rival reestableciese rápidamente la igualdad.
Pero repentinamente, el balear entró en un 'agujero negro' y cedió dos servicios consecutivos sin ganar ni un solo punto para entregar la manga al americano, que firmó cinco juegos consecutivos para además tomar ventaja en el tercero. Nadal solicitó la entrada del médico para buscar remedio ingiriendo una pastilla, lo que hizo saltar las alarmas sobre algún tipo de problema intestinal.
Pese a la mejoría de Smyczek y la cantidad de errores no forzados inusuales del español (acabó con 53), este se vio nuevamente por delante en el marcador tras recuperar la rotura de desventaja y volver a romper en el séptimo. El manacorí tuvo saque con 5-4 para llevarse el parcial, pero repitió los fallos del segundo set y le dio vida al de Wisconsin, que no perdonó en la siempre imprevisible 'muerte súbita' que decidió finalmente el set.
El panorama no se atisbaba demasiado halagüeño. Nadal no acababa de carburar y Smyczek seguía inspirado y firme con su saque. El exnúmero uno del mundo empezó la remontada afianzando su saque y luego esperó a tener su oportunidad al resto, que le apareció en el sexto juego, para romper y esta vez no fallar para forzar la quinta y definitiva manga.
Ahí, el campeón de 2009 supo moverse mejor y ofreció sensaciones renovadas, pero el americano supo salvar las situaciones adversas y seguir siendo una amenaza por llevar la delantera en el marcador. El balear superó la presión con 5-4 abajo y se hizo con el siguiente resto en 'blanco' para acercarse a la tercera ronda. El estadounidense aún tuvo fuerzas para levantar un 40-0, pero finalmente cedió ante el tres del mundo, arrodillado en la pista, fiel reflejo del calvario pasado en la Rod Laver Arena.