El Real Madrid y el FC Barcelona volverán a verse las caras este domingo (19.00/TVE) en la final de la Copa del Rey –cuya 79ª edición se disputa en el Gran Canaria Arena de Las Palmas–, la quinta final entre ambos en los últimos seis años con el conjunto blanco defendiendo título y el cuadro azulgrana deseoso de revancha.
A pesar de la igualdad que se presentaba en esta Copa canaria, Madrid y Barcelona no fallaron para verse las caras en la pelea por el título. En el primero de la temporada, la Supercopa, el conjunto blanco se llevó el premio. Después, en los otros dos choques hasta la fecha esta temporada entre ambos, los de Xavi Pascual fueron superiores en el Palau en liga y los de Laso avasallaron en el 'Top 16'.
El triunfo en el 'clásico' continental en el Palacio apenas hace dos semanas y la manera en que se dio supuso la confirmación del buen momento madridista. El despegue de un Madrid criticado por su 'mortal' inicio de temporada incluso por la mala imagen en el Palau. Un mes después de la derrota navideña, con un diciembre negro, el equipo de la capital demostró haber encajado sus nuevas piezas y, sobre todo, despertado a piezas clave como Sergio Rodríguez y Rudy Fernández.
Así las cosas, los de Laso llegan con un punto de favoritismo dentro de lo que supone una final entre dos colosos, abierta a cualquier detalle que pueda decidir el partido, como una canasta sobre la bocina de Sergi Llull –otro que está desatado– para un Madrid campeón hace un año en el Martín Carpena. Aquella victoria señaló además al conjunto blanco como el equipo más laureado de la competición, rompiendo el empate que existía a 23 trofeos.
El Barça, por su parte, llegó la isla grancanaria de manera irregular con el lastre de las derrotas a domicilio y con las incorporaciones recientes de Oleson y Navarro recuperados 'in extremis' de sus lesiones. Según el propio Xavi Pascual, el cuadro catalán ha estado por debajo de su potencial.
Ante Valencia Basket en cuartos de final, el Barcelona sufrió para sobrevivir al desparpajo 'taronja' y en 'semis' Unicaja llevó la voz cantante hasta que en el último cuarto los azulgranas encontraron la inspiración de Lampe y Hezonja. La buena noticia culé fue el gran partido de Oleson así como los puntos decisivos del joven croata, con pocos minutos aunque decisivos.
Por su parte, los blancos han mantenido la buena línea con la que llegaron a Las Palmas. Los de Laso superaron los cuartos ante el CAI Zaragoza y las 'semis' ante FIATC Joventut con sendos golpes de efectividad tras el descanso.
El habitual paso al frente de los madridistas en la segunda mitad no ha encontrado rival en la isla por el momento y amenaza ahora a un Barça que necesitará más de su capitán, de la conexión con Tomic y fortaleza defensiva para impedir otro disgusto como el de Málaga.