El tenis mundial sufre una época de cambios difícil de explicar. La pista dura se impone al resto y los partidos se hacen cada vez más físicos, pero los jugadores jóvenes cada vez tardan más en arrancar, mientras que el top 100 se llena de treintañeros. Sin embargo, entre los 25 primeros nadie puede competir en veteranía con el ‘Genio de Basilea’.
Roger Federer cumplirá 34 años el próximo mes de agosto, pero no le falla el apetito, aunque su mejor momento de forma ya pasó hace tiempo. El repertorio de saques, voleas y derechas del suizo es impresionante y todavía puede ganar a los mejores cuando consigue que en los choques no juegue un aspecto importante el plano físico. Por eso, el pasado fin de semana fue capaz de superar a Djokovic en Dubai y situar su nombre en la historia ya que se colocó entre los mejores sacadores de todos los tiempos con 9.000 aces y ganó su título número 84.
Por eso, Roger no solo juega para consolidarse como el mejor tenista de la historia, también para superar alguno de los registros más antiguos. Ken Rosewall es el jugador más mayor de la historia en ganar un Grand Slam. Lo hizo al inicio de la Era Open con 37 años y dos meses. De hecho, Federer todavía está muy lejos de llegar a esa edad y la empresa es realmente complicada, pero él es el primero que no se pone límites.
“Todavía soy increíblemente joven y la gente sigue diciéndome lo mayor que soy”, dijo al levantar su último trofeo. Sin embargo, el resto de ‘los abuelos del tenis’ sí están al alcance del actual número dos. Andrés Gimeno es el segundo tenista más veterano en ganar un Grand Slam. Lo hizo con 34 años y 10 meses. Asimismo, el objetivo más cercano de ‘Papá Roger’ es Andre Agassi que ganó el Open de Australia con 32 años y nueve meses. Federer se convertiría así en el jugador más mayor que triunfa en el ‘tenis moderno’.
Jimmy Connors como motivación
Además, si ganase este año en Wimbledon o en el US Open también sería el más veterano que triunfa allí. En cualquier caso, yendo un poco más allá, Federer puede comprobar que los grandes de otras épocas casi siempre tuvieron carreras que se alargaron más de la media (Bjorn Borg es de las pocas excepciones).
Por otro lado, Federer tiene la suerte de competir en una época en la que la edad ya no es un lastre, aunque para él lo es menos todavía. “Nunca he visto a alguien de 33 años jugar tan bien y moverse tan bien como Roger”, dijo el extenista Greg Rusedski en la retrasmisión de su último partido.
No obstante, las hazañas de Ivo Karlovic y de Víctor Estrella también deben servirle a Federer como motivación. El primero ganó su primer título ATP con casi 34 años y el segundo fue capaz de ganar en Delray Beach a los 36 años y ocupa el número 26 del ranking mundial a esa avanzada edad.
Finalmente, en el horizonte de un hombre de su categoría también está la estadística de títulos totales conseguidos. Ya le consideran el mejor tenista por sensaciones y por la calidad de sus triunfos, pero también lo puede ser por el número. Lo tiene muy complicado porque le faltan 25 éxitos para alcanzar los 109 de Jimmy Connors y no parece dispuesto a rebajarse a torneos menores para superarlo. Ivan Lendl con 94 sí puede ser un objetivo mucho más realista para el ‘Expreso Suizo’. El estadounidense jugó hasta los 43 años y siete meses, pero eso en el siglo XXI parecen palabras mayores.