Federer ha pasado por encima de Diego Sebastian Schwartzman en su primer partido en Indian Wells. Además, en la siguiente ronda jugará frente a Andrea Seppi, el tenista que le eliminó en el Open de Australia. Sin embargo, el italiano había perdido en los diez partidos precedentes y parece difícil que el suizo no avance con facilidad a la siguiente ronda. Un milagro puede suceder una vez en la vida, pero dos ya resultan prácticamente imposibles.
En su último enfrentamiento, Federer vio con buenos ojos su eliminación porque le venía bien para descansar. De hecho, admitió que celebró el mal resultado con su equipo, aunque ahora en un torneo más corto y con opciones de pasar a ternera ronda sin desgaste, seguro que Roger intentará liquidar el partido por la vía rápida.
Sin embargo, en una entrevista concedida a Reuters tras el partido, el jugador se centró más en repasar su carrera que en el duelo que acababa de jugar. Federer afirmó que su preparación desde que era muy joven siempre estuvo encaminada a perpetuarse en la historia del tenis. «La idea mía y de mi equipo fue siempre la de poder jugar el mayor tiempo posible», declaró el suizo.
Por eso, el mejor tenista de la historia para la inmensa mayoría de los críticos apostó por la calidad más que por la cantidad. «Cuando en 2004 me convertí en número 1 por primera vez, tomé una decisión junto a mi entrenador personal de planear mi carrera a largo plazo. Sea lo que sea que hiciéramos, que fuera a largo plazo. Por supuesto que pude seguir el dinero o conseguir más victorias en torneos. Podría jugar más frecuentemente, entrenar más duro… pero decidimos dejarlo en 20 torneos al año, que es un número pequeño«.
“Todavía puedo mejorar su juego”
Asimismo, Federer defendió su planificación utilizando casos de tenistas con calidad que se exprimieron en años buenos y que terminaron retirándose muy pronto. “Si echamos la vista atrás, Kefelnikov en su día llegaba a jugar 30 o 32 torneos al año. Yo me dije que eso era algo que realmente no quería hacer», sostuvo el actual número dos.
Por otro lado, el genio que ha pasado a la historia por su elegancia dejó claro que se siente realizado con lo que hace. «Yo, si juego, quiero jugar estando bien. Sin lesiones si es posible, aunque por supuesto los jugadores más top jugamos a veces con dolores. Pero mi objetivo es estar en activo por mucho tiempo. Me sentía inspirado por esos tenistas de 32-35 años y ahora siento que me he hecho un favor a mí mismo por poder jugar contra ellos».
Volvió a insistir en que disfruta mucho con lo que hace y por eso no se plantea ponerse ‘fecha de caducidad’. “Estoy feliz de que mi plan funcionó y que a mis 33 años sigo siendo súper competitivo y estoy sano. Yo creo que todavía puedo mejorar mi juego. Pienso que tienes que intentar reinventarte. El tenis es un deporte en el que siempre puedes hacerlo mejor”, opinó.
Sin embargo, aunque hable con la ilusión de un adolescente, tiene claro que la edad también le limita. Por eso, no descarta bajarse del Masters 1000 de Roma, a pesar de que en principio lo había apuntado en su calendario. «No lo sé seguro, veremos qué ocurre después de Montecarlo, Estambul y Madrid», concluyó.