Rafa Nadal tiene a sus seguidores muy mal acostumbrados. Este año, tras una larga ausencia por diferentes lesiones, ha firmado su peor arranque de temporada en la última década. El de Manacor no puede ocultar que no está bien, pero muchas se precipitan a la hora de colocarle al borde del abismo. La tierra todo lo cura.
El tenista español más laureado de la historia perdió frente a Verdasco en Miami, pero se mostrará mucho más sólido en Montecarlo sobre su superficie favorita. Nadal ya ha llegado mal a la arcilla en muchas y ocasiones, pero siempre que el físico le ha respetado ha salido como un rey de Roland Garros.
En este aspecto, su tío Toni está muy tranquilo. “Creo que nos falta una gran victoria que desencadene toda esa confianza que le falta. Espero que en Montecarlo las cosas cambien», aseguró en una entrevista concedida a la Cadena Cope.
Asimismo, después de su última derrota, Rafa también analizó con frialdad su situación en rueda de prensa. «No es una cuestión de tenis, sino de estar lo suficientemente relajado como para jugar bien. Me siento más cansado de lo normal, siento que no tengo la confianza de que cuando golpeo la pelota la voy a mandar donde quiero «, reconoció el actual número tres.
Sin embargo, su entrenador piensa que para salir del bache solo necesitan «un par de retoques al juego intentando ser un poco más agresivos para descargar la ansiedad que tenemos en pista». Además, Toni dejó claro que por insistencia no va a ser y que no se van a rendir. «Si no va bien en Montecarlo, lo intentaremos en Barcelona. Si no sale bien en Barcelona, lo intentaremos en Madrid. No vamos a desesperar y va a ir bien, tarde o temprano«, dijo muy convencido.
Por otro lado, el técnico se mostró muy contundente cuando le preguntaron por los que prevén un futuro muy corto para su sobrino en el tenis y creen que la longevidad de Federr está lejos de su alcance. «Con 29, 30 o 31 años, Rafael seguirá ahí arriba», afirmó, aunque en ocasiones el mismo Rafa solo se atrevió a garantizar que sería competitivo hasta los 29 porque llegó muy joven a la elite, con tan solo 16 años.
En cualquier caso, esta circunstancia no va a ser la que termine con la actitud ganadora del tenista. «He sido capaz de cambiar muchas situaciones negativas durante mi carrera y quiero hacerlo de nuevo», sostuvo el hombre de 28 años.