El tenista español Rafa Nadal no pudo culminar con éxito una gran semana en La Caja Mágica al caer (6-3, 6-2) este domingo ante el escocés Andy Murray en la final del Mutua Madrid Open, cuarto Masters 1.000 de la temporada, una dolorosa derrota que no empaña el buen tenis mostrado por el de Manacor, que eso sí caerá hasta el séptimo puesto del ranking de la ATP al no defender título.
El cuatro veces campeón en Madrid se marcha a medias de uno de sus torneos favoritos. Se marcha sin un título que volver a saborear en una temporada en la que sólo ha conquistado Buenos Aires. Se marcha el español con su cuarta derrota en tierra, la primera vez que pierde más de tres partidos desde su estreno en el circuito en 2003. Sin embargo, Nadal se va habiendo jugado una final y con sensaciones mejoradas tras su paso por Barcelona. En definitiva, un buen torneo al que aferrarse.
El 2015 inusual del ex número uno del mundo aterrizó en Madrid con la exigencia de recuperar la mejor versión posible, la alcanzada al menos en Montecarlo y evaporada en la Ciudad Condal. Día a día, punto a punto, Nadal fue creciendo en La Caja Mágica, en especial con una gran actuación en semifinales ante Tomas Berdych, uno de los mejores tenistas del momento. Faltaba la guinda final y el manacorense se quedó corto.
Nadal no pudo con otro tenista al alza. Más si cabe, el británico se encuentra en su mejor momento sobre una superficie que hasta ahora no era ni mucho menos de su agrado. Murray, que levantó esta misma semana en Múnich su primer y único torneo sobre arcilla, confirmó en la Manolo Santana que quiere ser un verdadero 'Top 3' mundial. Y es que el tenista español chocó con un rival que no concedió un ápice de respiro.
Comenzó mal Nadal, pero a pesar de que pudo reaccionar y gozó de tres bolas de 'break' para meterse en el partido, Murray se llevó con justicia y autoridad el primer parcial. Por si fuera poco, el de Dunblane alargó su festival en el segundo set con dos 'breaks' para empezar y una seguridad plena que no logró romper un Nadal que siempre le había ganado en tierra.
La semana del escocés no había sido para tirar cohetes hasta el duelo de semifinales ante el japonés Kei Nishikori. La victoria sólida sobre el finalista el año pasado y sin duda favorito a repetir puso los focos definitivamente en Murray. En la final, el número tres del mundo y ganador en Madrid en 2008 dio continuidad a ese gran tenis para impedir el quinto título de Nadal en la capital española.
El de Manacor no comenzó bien la búsqueda del premio final en Madrid. Las primeras bolas fuera y un primer saque que no entraba permitió a Murray hacer buena su agresividad. El escocés rompió a su rival a las primeras de cambio y llevó la iniciativa del duelo. Consciente de la obligación de reaccionar, Nadal se puso a ello y lo logró ganándose opciones de rotura, pero el británico no cedió.
Y es que dos bolas de 'break' desperdició el mallorquín en el séptimo juego y otra más cuando su rival sacaba para cerrar la manga. Los errores condenaban a un Nadal lejos de su buena versión ante Berdych. La confianza fue más fuerte en un Murray que rayaba la perfección moviendo a Nadal por la arcilla madrileña. A pesar de la reacción del ídolo local, la salida del balear en el segundo set no fue tampoco la idónea.
Con errores y algo de precipitación, el doble defensor del título comenzó perdiendo su saque por partida doble (4-0). A su ritmo, Murray fue amasando la victoria, sin fallo con su saque. Sin más opciones de rotura a ambos lados, el escocés cerró su primera gran conquista sobre tierra, décimo Masters 1.000, 33º título en su carrera para poner a Nadal en el séptimo puesto del mundo, su peor ranking desde 2005.