El ciclista español Alberto Contador (Tinkoff-Saxo) ha reconocido que en ningún momento ha visto peligrar la 'maglia rossa' con la que se vestirá en la última etapa de la 98ª edición del Giro de Italia a pesar del sufrimiento que ha padecido en el ascenso a Finestre.
«No ha sido una gran etapa para mi, ha sido un día realmente duro en Finestre. No he tenido buenas sensaciones y he pagado, quizás, los esfuerzos de día tras día. Sabía que tenía un buen colchón en la clasificación general y tenía que mantener la calma e imponer mi ritmo para mantener la 'maglia'. Nunca pensé en que estaba en peligro», señaló.
Los ataques de Landa, el buen ritmo de Aru y las pendientes del 10% hasta coronar la Cima Coppi no fueron obstáculo suficiente para quitar el liderato al pinteño, que acaricia su segundo Giro tras el arrebatado en 2011 por supuesto dopaje. «Mantuve la calma porque sabía que la diferencia de velocidades entre los grupos iba a ser pequeña», explicó.
Como virtual vencedor de esta edición del Giro, Contador reconoce que se regalará una «buena cena» como premio a una jornada donde ha sufrido más de la cuenta. «Nos permitiremos una buena cena. Hay que cuidar la línea y hoy mismo empieza la preparación para el próximo Tour de Francia. La última etapa del Giro es de transición y ya está en el bolsillo», concluyó.