El tenista español Rafa Nadal se despidió de Roland Garros este miércoles tras caer (7-5, 6-3, 6-1) ante el serbio Novak Djokovic en cuartos de final, un choque que volvió a dejar a las claras el momento de excelencia del número uno del mundo, que apartó al rey de la tierra y nueve veces ganador en París para mantener su mirada en el 'Grand Slam'.
Djokovic llegaba mejor que nunca al mayor de sus objetivos. El 'grande' que se le resiste al serbio parecía llevar su nombre con un inicio espectacular de año. 26 victorias seguidas, cinco títulos (Australia y cuatro Masters 1.000), la ley de 'Nole' se medía a la de Nadal, la que ha imperado en París durante la última década. Nadal, poco a poco encontrando una versión más regular y prometedora, se aferraba a su leyenda en el día que cumple 29 años.
Sin embargo y a pesar de las buenas sensaciones de los últimos torneos, el de Manacor se vio apeado del 'major' francés por el vendaval 'Nole'. Final anticipada. Clásico de clásicos. El 44º duelo entre ambos, en boca de todos desde el día del sorteo, venía rodeado de números. Nadal trató de imponer su mito en el Abierto francés, con 70 victorias hasta la fecha. Un récord, con sólo una derrota en contra (Soderling en 2009) que por momentos se dejó notar en los nervios del serbio.
En cualquier caso, el presente es de Djokovic y así lo demostró. El de Belgrado alargó, en el mejor escenario posible, su condición de líder del tenis mundial. 'Nole' sigue sin rival y lo demostró derrotando en tres sets a un tenista inmortal en la tierra batida de París. Nadal, por primera vez en 11 años, llegaba sin la condición de favorito a un partido en la Philippe Chatrier. A pesar de tratarse de su segunda casa, el año de regreso tras lesiones, los altibajos sin conquistas (sólo Buenos Aires), despojaban de ese papel al español.
Ya en el primer set, Nadal tuvo que buscar el más difícil todavía: frenar el arranque letal del mejor tenista del mundo. Un aviso del cabeza de serie número uno. El balear sufrió la salida en tromba de su rival, con cuatro juegos consecutivos y sensaciones bien distintas. Djokovic dominó con fiereza los primeros juegos en la Philippe Chatrier, mucho mejor con su saque y bien metido en pista para atacar a un Nadal de menos a más.
Y es que, con 4-0 en contra, el de Manacor comenzó a soltar piernas y brazos y de paso hizo sentir al de Belgrado su halo de gloria en la central parisina. En el quinto juego, Nadal dio las primeras señales de vida y las aprovechó para recuperar uno de los saques perdidos. Frenada la sangría, el balear agarró el pie de un 'Nole' que se disponía a despegar para servir la batalla. En el séptimo juego, a la cuarta bola de 'break', Nadal recuperó su otro saque.
La remontada no despistó a Djokovic eso sí. El primer favorito en el Abierto francés puso el 5-4 y después atacó de nuevo a un Nadal que tuvo que defenderse como nunca. Como nunca esta temporada había exigido así a 'Nole'. Tres bolas de set salvó Nadal, pero cuando buscaba la muerte súbita, en la que era la sexta bola de parcial para el serbio, Djokovic terminó tumbando la resistencia del español y tomando ventaja así para el billete a semifinales.
Ambos se tomaron un respiro en el segundo set. El intercambio de golpes dejó paso a un juego más seguro. Sobre todo Djokovic esperó su momento, con un Nadal centrado en no dar opciones a un 'Nole' con la sartén por el mango. Con mucho trabajo, la derecha del de Manacor seguía sin aparecer, mientras que el serbio asaltaba el saque rival en el octavo juego. Con el 'break', el número uno pasó a cerrar el set y poner un 2-0 casi definitivo.
Nadal siguió luchando, pero Djokovic marchaba ya en su ritmo de crucero. Ese que no ha encontrado respuesta en el último año. 'Nole' no bajó la intensidad pese a la ventaja sino que la aumentó para desterrar a su bestia negra. Con dos 'breaks' de inicio, Djokovic dejó a las claras su momento dulce, disfrutó de su victoria ante el de Manacor. Nadal aguantó el tipo como pudo pero el serbio se cobró venganza tras seis derrotas en París ante el nueve veces campeón, entre ellas las finales de 2012 y 2014 y una épica 'semi' en 2013.
Ahora, cerrar el 'Grand Slam' está más cerca para un Djokovic que se medirá en semifinales a Andy Murray. Nadal por su parte, se aferrará a la pelea planteada, las buenas sensaciones y a su modesto afán de al menos terminar el año sin lesiones. De momento, de la tierra se despide sano pero con una herida de guerra que solo el tiempo desvelará sus consecuencias.