El Unicaja de Málaga sorteó la eliminación este miércoles en los 'play-offs' de semifinales de la Liga Endesa forzando (2-1) el cuarto partido ante el FC Barcelona, gracias a una victoria en la prórroga (89-84) de empuje, fe y lucha en el Martín Carpena, la cual tendrá que repetir el viernes para devolver la serie al Palau Blaugrana.
Tras sufrir dos sonoras derrotas en el feudo culé, el conjunto malagueño se rehizo ante su público para seguir en liza. Los de Joan Plaza recordaron y pusieron en escena su alto nivel este año y su fortaleza en el rebote (más del doble de capturas que su rival) para derrotar por primera vez en la temporada a los de Xavi Pascual. El Barça lo tuvo pero se quedó sin el billete directo a la final.
Y es que los catalanes gozaron de la canasta ganadora antes de la prórroga. No acertó Doellman y en el tiempo añadido Unicaja pasó por encima de su rival (15-10) dejando casi inútiles los dos últimos minutos. El tramo final de Carlos Suárez, anotando, asistiendo y reboteando, junto a Fran Vázquez resultaron clave para los locales, que lograron llevarse el premio final a una entrega constante para regalar al Carpena un partido más.
Ante el todo o nada, Unicaja no vaciló ni un instante con el pitido inicial. Sin embargo, cada golpe local fue respondido con contundencia por un Barça dispuesto a plantarse en la final sin ceder un encuentro. Y es que el parcial de inicio de los de Plaza (12-3), encontró la respuesta (2-16) en los azulgrana, liderados en los primeros minutos por Thomas y Satoransky.
La constancia culé demostró a los locales la necesidad de vaciar depósitos, apelar a un Carpena entregado y esperar las dudas en un Barça que camina sólido desde que se quedara fuera de la Euroliga. Green y Vasileiadis dieron continuidad en el segundo cuarto al trabajo de Granger y Stefansson, pero con todo, el Barça se mantuvo por delante en el marcador.
Los de Pascual castigaron cada pérdida ante un Unicaja entregado a la causa, con presión en toda la cancha. En la pelea, los de Plaza sacaron partida de su dominio en el rebote, su mejor arma esta temporada, pero el intercambio de golpes siguió favoreciendo a un Barcelona con sus piezas bien entonadas, Doellman y Tomic los últimos en hacerlo, para sofocar el incendio verde al descanso (38-42).
Tras el paso por los vestuarios, de nuevo Unicaja salió con los depósitos llenos, y de nuevo la salida en tromba no asustó a un Barça que pronto recuperó las riendas. Los puntos de Doellman y una técnica al banquillo local permitieron al Barcelona gozar de una buena renta (47-56), pero el acierto desde la línea de tres de Toolson, por partida doble, y Kuzminskas dejaron –al menos– 10 minutos por delante con el partido en el aire (56-60).
Ahí terminaron de aflorar los nervios y la presión. Mucha imprecisión y la victoria bailando de un lado al otro de la pista. A cuatro minutos del final, el empate se impuso en el luminoso (68-68), llegando con tablas a la prórroga después de que el tiro ganador de Doellman no entrara. Los cinco minutos extra fueron de color verde y las apariciones decisivas de Suárez y la fe local citaron al Barça para el viernes.
UNICAJA MÁLAGA: Granger (11), Stefansson (7), Thomas (5), Vázquez (8), Kuzminskas (4) –cinco inicial–; Markovic (7), Toolson (12), Vasileiadis (7), Suárez (13), Golubovic (-), Green (10) y Gabriel (5).
FC BARCELONA: Satoransky (12), Navarro (-), Lampe (8), Thomas (17), Tomic (12) –cinco inicial–; Doellman (11), Hezonja (-), Huertas (15), Pleiss (2), Abrines (-) y Oleson (7),