El ciclista eslovaco Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) se ha impuesto este lunes al sprint en la tercera etapa de la Vuelta a España, disputada entre Mijas y Málaga sobre 158,4 kilómetros, por delante del francés Nacer Bouhanni (Cofidis) y el alemán John Degenkolb (Giant) para olvidar en España su maldición del pasado Tour, en el que fue hasta cinco veces segundo, mientras que Esteban Chaves (Orica) sigue líder de la general.
Sagan tenía la etiqueta de ‘segundón’ sobre su cabeza y por fin se ha desquitado. El eslovaco sí gana en esta Vuelta, donde afrontará más tranquilo lo que queda al sumar ya su cuarto triunfo parcial, tras las tres etapas que ganó en 2011.
El eslovaco, involucrado este domingo sin consecuencias en una caída masiva, dio mucho sentido a todo el trabajo que hizo su equipo para anular la fuga. Este Tinkoff-Saxo, que sin Alberto Contador pierde fuerza de cara a la general salvo sorpresa mayúscula de Rafal Majka, aspiraba a lograr triunfos de etapa con Sagan y lo ha logrado en la primera oportunidad al sprint.
Además, el triunfo llegó con clarividencia pese a que parecía que el eslovaco arrancaba demasiado pronto. Tuvo fuerzas para descolgar al alemán John Degenkolb y para evitar que el francés Nacer Bouhanni le sobrepasara tras pillarle la rueda. Un triunfo de importancia que hará respirar a Sagan y a sus compañeros, y es que hasta el ausente Contador corrió a felicitarle vía Twitter nada más acabar la etapa.
La etapa estuvo marcada, más allá de por las reacciones a la expulsión de Vincenzo Nibali (Astana) en la víspera por agarrarse al coche cuando iba cortado tras verse involucrado en una caída, por la fuga que a punto estuvo de evitar el sprint en el que Sagan se reencontró con el triunfo. Formada por ocho integrantes, finalmente el grupo se redujo a seis ciclistas y fue anulada a 14 kilómetros de meta, cuando fue atrapado su último superviviente, Maarten Tjallingii (LottoNL-Jumbo).
Anulada la escapada, todo se redujo a la aproximación a Málaga y a la lucha de los equipos de los velocistas por situar bien a sus hombres más rápidos. Había tres favoritos y los tres se jugaron el triunfo, pero cabe hacer mención especial a Bouhanni pues se fue al suelo y tuvo que hacer un esfuerzo extra para reengancharse al pelotón y sacar fuerzas de flaqueza.
No fue el único calentón para Bouhanni ni para el resto de velocistas, que tuvieron que superar nada más salir el puerto del Alto de Mijas (3ª categoría) y, sobre todo, el Puerto del León de 1ª categoría y con 14 kilómetros de dura ascensión. Pese a la fuga, el pelotón no subió rápido y no hubo ataques y permitió a los sprinters superar esta cima que era el ‘coco’ de la jornada.
Esta martes, se disputa la cuarta etapa entre Estepona (Málaga) y Vejer de la Frontera (Cádiz) sobre 209,6 kilómetros. Una jornada larga y llana sin puertos de montaña puntuables pero que, en su recta final, presenta la gran dificultad de la jornada con una subida a falta de 4 kilómetros y con la meta picando hacia arriba. Si no hay fuga será una buena opción para la explosividad de hombres como Valverde o ‘Purito’ Rodríguez.