Por primera vez en mucho tiempo Rafa Nadal llega al US Open 2015 sin el cartel de favorito estampado en la frente. Este año está siendo un poco diferente. De hecho el mallorquín sólo ha conseguido tres títulos (Buenos Aires, Stuttgart y Hamburgo) y ninguno de ellos ha sido un Grand Slam o un Master 1000.
Por eso en una entrevista a ESPN ha reconocido que la culpa de su mal juego no es de su equipo, sino suya: «Así que siento que si algo no está funcionando bien ahora no es por mi equipo, es por culpa mía. Lo único que tengo que cambiar soy yo mismo”, comentó.
Ahora llega a EEUU mucho más confiado: «Uno de mis puntos fuertes durante toda mi carrera ha sido mi fuerza mental. Durante este año no he sido capaz de encontrar esa consistencia pero he empezado a tenerla de nuevo ahora. Tengo más autoconfianza», expresa el número 8 del mundo. Un tenista, el mallorquín, que vuelve a Nueva York dos años después de su última participación. La última vez que compitió en la Gran Manzana ganó el título. El año pasado no pudo participar debido la lesión que tuvo en su muñeca.
Las condiciones de la pista de Lushing Meadows le vienen como anillo al dedo. En Nueva York posee un 84% de victorias (41 victorias y 8 derrotas) y lo más importante: el estado físico de Rafa es el más idóneo: «Me siento bien físicamente y eso es muy importante porque eso me da confianza en mi cuerpo, que ha sido siempre muy importante para la intensidad de mis movimientos. Si estoy saludable y tengo la oportunidad de trabajar en la manera en la que lo estoy haciendo ahora, creo que puedo competir bien por los próximos años y seguir teniendo mis posibilidades en los grandes eventos», aclaró.
Por delante le queda el último grande del año y asegurar su plaza en el Masters de Londres, donde compiten los ocho mejores de la clasificación ATP del año. Pero el número uno es Nueva York y dar una buena imagen en EEUU. Luchar por el título, quizás sea demasiado: «Sería un arrogante si dijera que puedo ganar el trofeo después del año que he tenido. No quiero decir eso. Digo que trabajo duro cada día. Sé que estoy jugando mejor y me siento mejor mentalmente que hace unos meses. Necesito resultados. Me siento más cerca de donde quiero estar. Hay que tener paciencia».