El próximo verano, del 5 al 21 de agosto, se celebran los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Queda menos de un año y las aguas donde se realizarán varias pruebas como la de vela siguen contaminadas y la salud de los deportistas está puesta en entredicho. Estos días atrás se celebraron unas pruebas de vela en estas mismas aguas. Erik Heil, regatista alemán, finalizó tercero pero sus piernas sufrieron algún daño que otro.
El deportista bávaro subió a su cuenta de twitter una imagen de su pierna, en la que se puede ver claramente un agujero en el muslo: «Nunca en mi vida tuve infecciones en las piernas. ¡Nunca! Asumo que enfermé en la regata de prueba. La causa debería ser la Marina da Gloria donde hay un constante flujo de aguas residuales de los hospitales de la ciudad», dijo Heil en un blog del equipo olímpico alemán.
Fue el hospital de Berlín el que comunicó al deportista que se había infectado de gérmenes multirresistentes y la Confederación Alemana de Deportes Olímpicos ha anunciado que informará y presentará este caso a los organizadores de los Juegos y la Federación Internacional de Vela.
Estas aguas, donde se celebrarán varias pruebas de vela, llevan varios años contaminadas y a pesar de la inversión de las autoridades brasileñas para su limpieza, el resultado ha sido nulo. Los biólogos que estudiaron estas aguas hace un año ya pusieron el grito en el cielo. En esta bahía hay una superbacteria que resiste al efecto de los antibióticos que curan distintas infecciones como las urinarias, las gastrointestinales y pulmonares.
De momento, ya son muchos los deportistas que han decidido tomar algún tipo de precaución: «Intentaremos llegar relativamente tarde a Río en el futuro para que si aparece alguna enfermedad sea hacia el final de la regata o incluso cuando estemos de vuelta en casa», finalizó Heil.