Lo que no habían logrado las rivales lo consiguió… el vestuario. Allí fue donde se cayó la tenista canadiense Eugenie Bouchard. La primera consecuencia de ello ha sido su abandono del US OPen, donde estaba cuajando una gran actuación.
La tenista no pudo salir a la pista para disputar este domingo su partido de la cuarta ronda del Abierto de Estados Unidos de tenis en Nueva York, debido a la conmoción cerebral que sufrió tras golpearse la cabeza al resbalarse en los vestuarios del estadio Arthur Ashe de Flushing Meadows.
El accidente tuvo lugar tras su victoria en dobles mixtos con el australiano Nick Kyrgios, y la organización se ha limitado a comentar en un escueto comunicado que «Eugenie Bouchard se ha retirado del torneo, ya que sufre una conmoción cerebral».
La canadiense, que pudo resbalar al salir de la bañera de crioterapia con hielo, tenía que jugar en la sesión vespertina de programa dominical a la italiana Roberta Vinci por un lugar en los cuartos de final del último Gran Slam de la temporada, y todo parecía indicar que podía estar en la penúltima ronda.
La joven, de 21 años y 25ª del ránking mundial, está considerada como una de las tenistas con más proyección y se está confirmando en esta temporada como una posible alternativa a los primeros puestos.