Después de lo de Francia no se podía fallar… y España no lo hizo (80-63). Por tercera vez en su historia, la selección de baloncesto se hizo con el Campeonato de Europa. Esta vez ni tan siquiera se sufrió. Un gran primer cuarto, saldado con un 19-8, hizo que los de Scariolo lograran una cómoda ventaja que en ningún momento peligró.
Gasol, como siempre de bien, estuvo perfectamente acompañado en ese cuarto por un Rudy que parecía haber olvidado sus dolores y que anotó nueve puntos, con un triple incluido, y con un Mirotic que lució muñeca con otros dos lanzamientos de tres y una canasta de dos. Con ellos tres, y los fallos iniciales de los lituanos, bastó.
En el segundo cuarto sí comenzaron a entrarles los triples a los rivales, pero España no bajó su porcentaje de acierto y se fue a los vestuarios con un 41-33 que podía haber sido mejor si Maciulis no hubiera anotado un triple sobre la bocina final (llegó a ir ganando por 34-18). Sólo los rebotes ofensivos lituanos en ese primer tiempo impidieron el despegue definitivo y que ya les hubieran dado las medallas antes de entrar en los vestuarios.
Daba igual, al salir de los mismos, más de lo mismo. España acertadísima en los lanzamientos, con Ribas sumándose a la fiesta en el comienzo con cinco puntos seguidos, y rápidamente se fue hasta un 52-35 que dejaba claro quién iba a ganar el oro este domingo.
El único susto del tercer cuarto no lo dio un lituano sino Rudy Fernández, al que un bloqueo de Jankunas dejó tirado en la pista, a la que ya no volvería. Un minuto después, Gasol llegaba ya a los 19 puntos casi sin darnos cuenta y se sentaba con un 57-42 en el luminoso. Sin él se logró la máxima diferencia, 60-42, con un triple de… ¡Claver!. Si hasta los hombres que no contaban mucho para Scariolo anotaban de tres…
Eso debió pensar el técnico lituano, que seguramente no sabía qué decirles a los suyos con ese 60-43 con el que se llegó al final de ese cuarto. España le intentó echar una mano al comienzo del último con dos balones seguidos perdidos, un tiro de Ribas que no tocó ni el aro, y otro de Sergio Rodríguez que sí lo tocó pero sin entrar. Scariolo, por disimular, pidió tiempo pese a que el 60-45 parecía suficiente.
De nuevo, daba igual. Ellos seguían perdiendo balones y Pau, el que faltaba, volvió a la pista, después de dos minutos y medio sin anotar la selección. Una asistencia de Gasol a Claver rompió la mala racha y ahora el que pidió tiempo, con 62-47, fue el entrenador lituano. Nadie sabe si para decirles a los suyos que ya no se molestaran más o para felicitarles por la plata.
Los cinco últimos minutos, siempre España por encima de los diez puntos, fueron casi una pachanga, sobre todo después de haber sufrido tanto ante Alemania, Francia y hasta Polonia (excepto en el último cuarto). Si no se abrazaban sobre el parqué era por educación, pero hasta Valanciunas sabía el desenlace cuando a falta de 3:30 le pitaban su quinta falta.
También disimuló Scariolo, al que con 17 puntos arriba (71-54) le pitaron una técnica por protestar no se sabe qué. A lo mejor pedía que pitaran ya el final para no cansarse innecesariamente. Un triple de Gasol, lo que le faltaba, ponía el 75-59 y el colega de Scariolo pedía su último tiempo, desesperado. Sirvió para que saliera hasta Vives y Aguilar. España, tricampeona de Europa. Enhorabuena chavales.
Puntos de España:
Gasol, 25; Llul, 12; Sergio Rodríguez, 2; Mirotic, 8; Pau Ribas, 5; Reyes, 6; Claver, 7; Rudy, 9.