A finales del año 2013, Rafa Nadal ocupaba la primera plaza del ranking ATP y vivía cómodamente en lo más alto del tenis mundial. Daba la sensación de que Federer estaba acabado (era el sexto del mundo) y Djokovic tenía la moral comida por el tenista manacorense.
Sin embargo, los dos grandes aspirantes del momento decidieron que la cosa no podía ser así y cambiaron de equipo técnico. Djokovic empezó a colaborar con Boris Becker y pocos días después Federer confió en Stefan Edberg. De esta forma, el duelo tenístico que marcó una época a finales de los 80 y principios de los 90 se reeditaba en el banquillo. Los dos entrenadores estaban tan motivados por llevar a sus jugadores a lo más alto como por ganar en su particular lucha personal.
En cambio, Edberg lo tenía mucho más difícil, puesto que la edad de su pupilo no invitaba a demasiadas alegrías. Por eso, su trabajo junto a Severin Luthi tiene si cabe un mérito añadido. El extenista sueco convenció al técnico principal del mejor tenista del mundo de que tenía que cambiar su estilo si quería triunfar durante algunos años más.
A partir de ahí, empezó una metamorfosis que todavía está por culminar. Para empezar, Federer juega muchos menos torneos, para poder rendir mejor en las grandes citas, aunque todavía valora algunos criterios económicos (en 2016 ha añadido Rotterdam a su calendario). Su objetivo máximo es volver a ganar un Grand Slam, pero llegue o no llegue a su fin está consiguiendo que los aficionados de todo el mundo disfruten con sus nuevas facetas en el juego.
El objetivo: Evitar esfuerzos
Vive una segunda juventud, pero no puede negar que pasa con holgura de la treintena. Por eso, su técnico se ve obligado a contestar a todos los que intentan ponerle fecha de caducidad. «En absoluto está cerca la retirada. Federer es como el buen vino. Lleva realizada una muy buena temporada; ganó varios torneos importantes y demostró que puede competir contra Novak Djokovic aunque cuente con 34 años», declaró Edberg en una entrevista concedida a Sportklub.rs
Por otro lado, el entrenador asistente del actual número dos considera que el veterano tenista todavía tiene margen de mejora en su nuevo estilo. «Mucho ha cambiado en su juego y eso le llevará algún tiempo aún para acostumbrarse a ello», asegura el sueco que considera que Roger todavía tiene capacidad para mejorar su juego en la red y de paso hacer los puntos más cortos.
En cualquier caso, Edberg piensa que en los últimos años de la carrera de Federer se verá un tenista completamente diferente. «Queremos gastar la menor energía posible y forzar su juego en la red con la mayor cantidad de puntos fáciles. Hubo partidos donde fue muy bien, pero está claro que Roger no tiene una rutina incontestable todavía. Solo necesitamos un poco de tiempo, nada más», dijo el técnico con la esperanza de que RF sea todavía más efectivo.