Tras un campeonato de Europa espectacular en Polonia, España no ha podido con Alemania en la gran final. Los Hispanos fueron siempre por detrás en el campeonato y lo intentaron hasta el final, pero la defensa germana brilló a un nivel altísimo y no dejó que el mejor jugador del torneo, Raúl Entrerríos, se moviera con comodidad en todo el choqué. Además, el meta Wolff fue de los más destacados con grandísimas paradas y Häfner fue el máximo anotador del partido decisivo.
Alemania gana este torneo pese a que jugó sin muchas de sus principales figuras y España no consigue su pase directo para los Juegos de Río. No obstante, la afición española debe estar orgullosa, puesto que con el nivel actual de los Hispanos, llegarán a Brasil si todo transcurre con normalidad. España es campeona del mundo, pero pierde por cuarta vez el torneo continental y, como en las tres anteriores ocasiones, ni quiera tuvo muchas opciones de luchar por el oro.
Alemania entró al partido con mucha más frescura y sus jóvenes jugadores no notaron ni por un momento la presión de la gran cita continental. De hecho, las torres germanas secaron por completo al ataque de la selección española en la primera parte, puesta que los de Manolo Cadenas no encontraban la chispa en ataque, movían el balón sin demasiada velocidad y se perdían continuamente en jugadas individuales.
Además, cuando había huecos por los laterales, aparecía el guardameta Andreas Wolff para frustrar los lanzamientos de Víctor Tomás y compañía. Por eso, los Hispanos se fueron al descanso con solo seis tantos en el marcador, pese a que en la segunda fase del primer acto los alemanes acumularon varias exclusiones.
Wolff las sacó de todos los colores
Sin embargo, la defensa de la Roja si funcionó en los primeros 30 minutos, ya que Alemania solo marcó cuatro goles más en la primera mitad. Sterbik, al igual que Wolff, se fue al descanso con un porcentaje de paradas del 50%, pero los de Sigurdsson marcaron la diferencia con ataques rápidos en los que sorprendieron a los defensores, mientras que España no logró ni un solo punto fácil.
Por si fuera poco, Alemania tuvo mucha suerte en sus últimos disparos de la primera parte, puesto que el balón entró con muchísimo suspense. Kai Häfner marcó cuatro goles en la primera parte, mientras que del lado español solo Alex Dujshebaev fue el único en anotar más de una vez.
Asimismo, en el inicio de la segunda parte, Cadenas cambió la táctica para poner un 5-1 y buscar más ataques fáciles, pero Wolff volvió a demostrar que está en estado de gracia con paradas de todos los colores y España empezó a tener problemas para superarle hasta en los lanzamientos de siete metros.
En el ecuador de la primera mitad, Alemania consiguió una diferencia de siete goles y Häfner ya sumaba seis goles, mientras que Víctor Tomas tenía la inspiración que no le acompañó en la primera parte y aportaba tres goles para que los germanos no se marcharan definitivamente antes de tiempo.
En los tiempos muertos, el equipo español se animaba a luchar hasta el final, pero en los últimos quince minutos la actuación del portero y el acierto de Häfner y Dahmke terminó por desangrar a España. De hecho, la diferencia a falta de diez minutos era ya insalvable y la última fase del partido sobró por completo.