Novak Djokovic ocupa ya la cuarta posición en la lista de tenistas con más títulos de Grand Slam a lo largo de una carrera con once títulos. Solo Roger Federer, Rafa Nadal y Pete Sampras le superaran, pero parece que ninguno de ellos está fuera de su alcance.
Sin embargo, el serbio cumplirá 29 años el próximo 22 de mayo y el reloj biológico empieza a correr en su contra. De hecho, a su edad Roger Federer y a había ganado 16 de los 17 grandes que posee. En cualquier caso, Nole llega a su madurez en el mejor momento de su carrera y no parece que su llama se vaya a apagar de la noche a la mañana o que pueda pasar por un bache de juego como el que atravesó el suizo.
El año pasado Novak Djokovic rozó el Grand Slam (ganar los cuatro grandes) en año natural, pero volvió a sufrir su maldición en Roland Garros al encontrarse con un Wawrinka inspiradísimo. En cambio, en 2016 ya se ha llevado el Open de Australia y todo hace indicar que tiene el Golden Slam (los cuatro grandes más el oro en los Juegos) al alcance de su mano.
De hecho, si Djokovic juega como al final del 2014 y como en todo el 2015, sin demasiada suerte, puede colocarse en lo más alto en dos o tres años. Asimismo, no parece que haya ningún tenista con capacidad para disputarle los torneos importantes con asiduidad en estos momentos. Murray tendría que dar un paso adelante, Nadal está perdido y Federer tiene el lastre de la edad.
Un salto mental
En cualquier caso, parece que el mayor rival de Djokovic es él mismo, puesto que será difícil que se mantenga muchos meses con su nivel actual. Pese a todo, él admite el reto de colocarse como el mejor tenista de la historia, aunque solo sea en lo que a títulos se refiere. «Creo que me encuentro en una buena posición para superar a Federer en el número de Grand Slam , pero ya veremos», reconoció en su última rueda de prensa. No obstante, si el de Basilea lograse colocar su marca en 18 podría complicar mucho más las cosas.
Por otra parte, Novak Djokovic es el primero que no encuentra explicación a su salto de calidad. «No puedo decir una o dos cosas que sean el secreto de mi éxito”, declaró el de Belgrado cuando le preguntaron por su gran salto de calidad
En cambio, Djokovic reconoce que no ha sido fácil llegar hasta aquí. «Han sido muchos años de empeño, duro trabajo, sacrificio y dedicación. No sólo sesiones de entrenamiento. Tienes que intentar dedicar la mayor parte de tu tiempo y energía en intentar ser mejor la persona y tenista posible».
Además, Djokovic aseguro que su avance se debe a un factor mental. «Los problemas que todos tenemos, necesitamos encararlos y superarlos. Hay que encontrar una solución. En partidos importantes, donde todo se soluciona en un par de puntos y donde se te desafía en todos los aspectos, si hay algo bajo la superficie, aflorará y jugará contra ti. Será tu peor enemigo. Hablo sobre mí, cada uno es diferente, pero me ha servido para entender cómo ser mejor y cómo evolucionar».
En resumen, Novak Djokovic es un tenista con una carrera y una progresión atípica que puede llegar más lejos que nadie. Explotó muy pronto, pero tuvo problemas para empezar a ganar en los grandes. Se mantuvo mucho tiempo a un nivel alto, pero no llegó a su culmen hasta la madurez por lo que su nivel de desgaste mental es mucho menor que el de Nadal, pese a que solo tiene un año menos que el mallorquín. Por último, Djokovic tiene la gran suerte de haber alcanzado su mejor nivel cuando no hay una alternativa clara, mientras que Federer y Nadal tuvieron que convivir en sus mejores momentos.