El Real Madrid se impuso al Khimki (82-93) y a las muchas dificultades en la séptima jornada del 'Top 16' de la Euroliga gracias a la buena actuación del mexicano Gustavo Ayón y del base menorquín Sergi Llull, el faro de los merengues en lo que acabó siendo la segunda victoria lejos de casa para los actuales campeones de la máxima competición continental.
No estuvo Reyes, tampoco Nocioni, ausencias que se sumaron a la prolongada y consabida de Rudy Fernández. Sin embargo, ante la dificultad, el Madrid ofreció una respuesta mayúscula. Los blancos doblegaron a un Khimki que les tenía tomada la medida esta temporada. Un colosal Ayón sirvió para frenar a Rice y los suyos, muy desacertados en el tramo final.
El comienzo fue parejo, sobre todo porque los de Laso no ataron el rebote como sí lo hicieron en el tercer asalto, el definitivo. De hecho, las malas decisiones del Madrid permitieron coger algunas ventajas al equipo de Kurtinaitis, que rompió el equilibrio a dos minutos para el descanso. El cortocircuito de los españoles dio alas a un Khimki que se fue siete arriba (50-43) al descanso.
Fue precisamente el paso por vestuarios lo que giró el guión del partido, sobre todo por la concentración del Real Madrid. James Augustine y Tyrese Rice lo intentaron desde el perímetro, pero la muñeca se les encogió ante el mejor momento de su rival en el partido. Se creció el cuadro merengue, se hizo grande con el paso de los minutos hasta pertrechar un parcial de 1-15 que dio la vuelta al encuentro.
Thompkins y Rivers, más protagonistas que de costumbre, se sumaron al festival anotador de los vigentes campeones, que fueron a más con el paso del tercer envite (60-66). Pese a la reacción local con dos triples, los de Laso no se amilanaron y siguieron con su efectividad en el último cuarto. Ayón, exquisito en el rebote, capturó 13, fue la mejor solución en ataque y totalizó 41 puntos de valoración.
El mexicano se erigió en una figura fundamental para los madridistas, que cogieron aire en Moscú, una de las canchas menos propicias para respirar. De esta forma, inmerso en el carrusel de partidos lejos del Palacio de los Deportes, el Real Madrid se sitúa con un balance de 4 victorias y 3 derrotas entre los mejores del grupo F.