Montecarlo fue el escenario de una sorprendente derrota. Novak Djokovic cedió en su primer duelo sobre arcilla de esta temporada ante Jiri Vesely. Su único tropiezo en la presente campaña, al margen de la retirada ante Feliciano López en Dubai por una infección ocular. El serbio reconoció que necesitaba un descanso y llegó a rechazar una ‘wild card’ del Conde de Godó, donde sí está presente Rafael Nadal. El de Belgrado, dos temporadas después, visitará Madrid. Después, Roma será la última preparación de cara a su gran objetivo: Roland Garros.
Mientras él se mantiene alejado de la pista, Nadal recupera sensaciones sobre la arcilla, donde ha reinado en la última década. Rafa ha conquistado su noveno trofeo en el Principado, y espera hacer lo mismo en Barcelona. Sus números sobre la superficie más lenta son tan espectaculares que Roger Federer, en una entrevista concedida a Marca, ha asegurado que el español es “el rival a batir”: “El rey de la tierra es Rafa. Novak nunca ganó en París. Puede que ahora sea el favorito, pero Nadal es Nadal”.
Un mensaje directo hacia el servicio, que pese a haber instaurado su hegemonía en el circuito en los últimos dos años, tendrá que lidiar con el favoritismo del balear. Algo que no le valdrá para quitarse presión, pues los focos están centrados en su figura. El serbio ha manifestado en multitud de ocasiones su deseo de conquistar Roland Garros, el último grand slam que le resta. El pasado curso sólo un imperial Wawrinka se interpuso en su camino.
Precisamente Roland Garros supuso una inmensa alegría para Roger Federer: “No puedo olvidarme de lo difícil que fue ganar en París. Fue increíble lo que sentí en 2009, la presión, la emoción que me llegó de la grada. Estuve a punto de perder antes de la final con Tommy Haas y Del Potro”. Este año, debido a las lesiones, su preparación será escasa. De momento, no sabe si disputará Madrid y Roma. “En función de como me sienta en una semana, diré algo”, ha señalado el suizo.
Wimbledon y Río de Janeiro
Federer tiene entre ceja y ceja Wimbledon y los próximos Juegos Olímpicos de Río, pero su prioridad es mejorar su estado físico: “Me gustaría sentirme bien porque hay mucho en juego, muchos puntos para el ranking, sueños que cumplir y títulos que ganar”. Él se muestra confiado y no descarta incluso pelear en París: “Creo que si el cuadro me es favorable, si estoy jugando bien, tendré mis oportunidades”.
Respecto al dominio de Djokovic, Federer ha explicado que son “cifras increíbles”, pero que son posibles: “Sé que se pueden hacer porque tanto Rafa como yo lo hemos hecho antes”. El suizo considera que la dificultad es mantener una línea regular durante un largo periodo de tiempo. “Lo complicado es mantener la regularidad de Novak y un físico alejado de lesiones producto de tantos torneos y partidos.
Federer, pese a que deberá convivir con otro rival peligroso, se alegra de que Nadal haya retomado su mejor versión: “Ha demostrado a los que no creían en él que puede ganar en Mónaco y mucho más”. “Estábamos acostumbrados a ver que Rafa, después de una larga lesión, volvía y rápidamente estaba a su mejor versión”, ha comentado el tenista de Basilea. El que fuera número uno del mundo ha explicado también que le sorprendió la forma en la que Nadal habló abiertamente de su ansiedad, y cree que pudo hacerlo “para quitarse presión”. “Lo alucinante es que la gente pensara que no podía volver a ser competitivo”, ha concluido.