Tras conquistar de forma consecutiva, y por enésima vez, los torneos de Montecarlo y Barcelona, Rafael Nadal se presenta en la capital española en su momento más dulce. Su derecha vuelve a provocar el temblor del rival, y mentalmente vuelve desquiciar a los contrincantes. El curso pasado, a pesar de verse inmerso en una ansiedad que no le permitía exhibir su mejor tenis, alcanzó la última ronda. Este año la expectación es máxima en el Mutua Madrid Open, donde ansían verle levantar los brazos al cielo por quinta ocasión. Sin embargo, el no quiere asumir ningún papel de favorito.
El balear se presentó en Madrid hace unos días con el objetivo de preparar a conciencia un evento que para él es especial. “En este torneo, en esta ciudad, es donde más apoyo he recibido sin duda. Es una gran motivación venir aquí, estoy muy contento”, ha comentado el tenista español en su comparecencia en el Media Day. Razón no le falta, las taquillas se encuentran repletas de gente que pregunta cuándo juega Nadal. Siempre ha debutado el miércoles, aunque en rueda de prensa esbozó que está centrado en “preparar el partido del próximo martes”.
La altura de Madrid siempre es un tema de actualidad en los días previos al torneo. El quinto cabeza de serie ha reconocido que se nota y que él se siente más cómodo al nivel del mar, pero que no le afecta en exceso: “Personalmente no me afecta. Es un torneo que históricamente se me ha dado bien”, ha señalado el cuatro veces campeón del Masters 1000 de Madrid.
El año pasado Nadal afronto la cita con sensaciones negativas. Sin embargo, ha comentado que la prensa tiende a “dramatizar”. “Hace dos años gané Roland Garros y marchaba primero en la race”, ha indicado el balear. “En 2015 tuve problemas de ansiedad y jugué malos partidos. Desde Montreal estoy mejor. Aquí en Madrid he entrando unos dias y me encuentro cómodo. Espero estar preparado”, ha proseguido el manacorense.
Rafa deberá afrontar un cuadro exigente, con Roger Federer y Andy Murray en el horizonte antes de la final. En caso de derrocarles, podría aguardarle su bestia negra en los últimos tiempos: Novak Djokovic. La actuación del español en Montecarlo y Barcelona sembró optimismo, pero él se ha mostrado reacio a una comparativa con el serbio. “Estáis equivocados comparando el tema con Djokovic. Él es el mejor jugador del mundo, lo ha demostrado cada semana”, ha mencionado Nadal. El número cinco del mundo cree que debe seguir su camina, ya que hasta la final, sus problemas “son muchos otros”.
Ni siquiera quiere verse entre los favoritos. “Son cosas que os importan a vosotros”, ha dicho en referencia a los medios de comunicación que cubrían la rueda de prensa. “Me importa el entrenamiento diario. Quién sea favorito o no… Yo hago lo posible para competir bien cada día. Si es así, estaré en las rondas finales”. Con ese discurso del partido a partido ha concluido Nadal su primera comparecencia en Madrid, donde le guste o no, tendrá que lidiar con el papel de aspirante y principal oponente de Djokovic.