En todo deporte hay partidos en el que los equipos juegan como respondiendo a un libreto dado pero también hay otros en el que el campo parece llenarse de una energía extraña. A veces esa energía viene de la tribuna y eso era lo que parecía pasar esta noche en la Mercedes Benz Arena en la final de la Euroliga en la que al final el CSKA se impuso al Fenerbahce por 96-101 después de la prórroga.
El CSKA -que partía como favorito y era superior sobre el papel- hubiera preferido sin duda alguna un duelo según los libretos previos, un baloncesto racional. El Fenerbahce sabía que tenía que apostar a la pasión, a la disputa de cada balón como si fuera el último y para ello tenía el respaldo de sus seguidores que inundaron las tribunas del pabellón.
El partido empezó como se lo imaginaba el CSKA que ganó la primera posesión que terminó en una cesta de Nando de Colo. Luego siguió como lo soñaba el Fenerbahce, con un triple de Nikola Kalinic que desató el júbilo en las tribunas.
La tensión entre los dos extremos siguió con un Fenerbahce poniendo el partido cada vez más en el terreno de lo emocional impulsado por una afición que antes del partido había sido calificada como el jugador número 6 por el entrenador Zejko Obradovic.
El primer cuarto terminó con un 20-22 para el CSKA. Hacia la mitad del segundo cuarto Nando de Colo, que no parecía contento con su rendimiento, tuvo que ser animado por sus compañeros.
Probablemente ahí fue cuando él, y también sus compañeros, entendieron que había que asumir la batalla que planteaba el Fenerbahce. Empezaron a ir con más energía a cada rebote, con más decisión a cada intento de bloqueo y, al atacar, apretaban el acelerador y poco fueron aumentando la ventaja. Faltando poco menos de dos minutos para el final del segundo cuarto, un triple de De Colo y un mate de Kyle Hines pusieron el marcador en 30-42.
La tribuna turca seguía viva y presente pero ahora parecía más presionar que animar al equipo. Había lanzamientos fallidos, también lanzamientos libres, y por esas cosas incomprensibles, algunos balones que bailaban en el aro no caían dentro de la cesta sino por fuera de ella. Al final del segundo cuarto el marcador estaba 30-50.
Con De Colo, elegido el mejor jugador de la Euroliga, un poco abatido -jugó sólo poco más de la mitad de los dos primeros cuartos- Milos Teodosic había asumido el liderazgo en el CSKA. Pese a la desventaja de 20 puntos, el público turco siguió con lo suyo y el parquet también seguía caliente.
La primera cesta del primer cuarto la hizo para el Fenerbahce Jan Vesely y dio cierto margen de fe, el equipo dio otra vez la lucha de temperamento y recortó un poco, no demasiado, para llegar al último cuarto con un 53-69 a cuestas.
El arreón del segundo cuarto, parecía permitirle al CSKA jugar con más serenidad, administrando la ventaja y manteniéndola lo suficientemente amplia como para que de pronto los ánimos decayeran en el campo y en las tribunas. Pero la ventaja para el CSKA siguió bajando en el último cuarto, a falta de 5,41 estaba ya en diez puntos, y la tribuna siguió encendida.
Cuando Luigio Datome, con dos lanzamientos libres, la bajo a ocho puntos, el nivel acústico subió. Más tarde estuvo en seis y un triple de Boby Dixon la puso sólo en tres puntos y los seguidores turcos parecían cerca del paraíso a 3 minutos y 25 segundos del final. El mismo Dixon la puso en un punto a falta de 1,41.
De Colo puso el 78-81 a pase de Teodosic a falta de 49 segundos, pero Dixon empató a falta de 43 con un triple. El libreto de partido era el libreto de la pasión y a los turcos en la tribuna ya no los contenía nadie.
El CSKA perdió la pelota en la siguiente posesión que trató de agotar, al tratar de recuperarla cometió falta, Costas Lukas marcó sus dos lanzamientos y puso en ventaja al Fenerbahce pero el CSKA volvió a empatar a falta de 19 segundos. Al final los equipos se fueron a la prórroga.
Sloukas hace uno, hace 2 falta 20 segundos y el Fenerbahece está en ventaja pero el CSKA. Un triple de Sloukas abrió la prórroga, se gritó como un gol. Luego se emparejaron otra vez las cargas. El CSKA volvió a igualar luego se fue en ventaja con un Nando de Colo que empezó a jugar lo que no había jugado el resto del partido, generando faltas con rompimientos y convirtiendo sus lanzamientos libres.
A falta de 29 segundos, el CSKA estaba en ventaja 93-97 y la posesión era suya. Hubo otra falta, contra Teodosic, que tampoco falló para 93-99 y 17 segundos por jugar. Datome respondió con un triple para la fe durara hasta el final pero lo que vino fue otra vez una falta contra De Colo y otra vez dos lanzamientos convertidos para 96-101. Sólo ahí hubo silencio en la tribuna turca.
EP