Este sábado arranca el Tour de Francia en la isla rocosa del Mont-Saint-Michel. Quince días y 3.619 kilómetros aguardan a los corredores en la prueba más dura: cuatro finales en alto, y dos contrarrelojes, una de ellas una cronoescalada. En esos escenarios se batirán ‘los tres mosqueteros’. Chris Froome, campeón en 2013 y 2015, se presenta como el rival a batir. Nairo Quintana llega pletórico y ansía subir al primer escalón. El aliado indirecto del colombiano podría ser Alberto Contador, al que las encuestas le niegan su tercera conquista en la ronda parisina.
El Tour más duro
Contador no ha dudado en señalar que esta edición será una de las más complicadas de afrontar. El Tour dará inicio este sábado en la isla del Mont-Saint-Michel, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979. Un escenario majestuoso, con la carretera cercana al mar, en el que comenzará la cuenta atrás de los 3.619 kilómetros que deben afrontar los ciclistas en los quince días que se prolongará la carrera.
La montaña tendrá más presencia que anteriores ocasiones, con hasta cuatro finales en alto: Andorra Arcalís, Mont Ventoux, Finhaut-Emosson y Saint Gervais-Mont Blanc, correspondientes a la novena, duodécima, decimoséptima y decimonovena etapa. También habrá dos contrarrelojes, una de ellas de perfil accidentado, y otra una cronoescalada de diecisiete kilómetros. Un recorrido reservado para los mejores escaladores, con Froome, Contador y Quintana como principales candidatos.
El elenco de corredores también será más competitivo que en anteriores ediciones. A los tres mosqueteros ya citados, hay que sumar la presencia de Nibali y Aru, los ganadores de las dos últimas grandes vueltas, y los españoles Alejandro Valverde y Joaquim Rodríguez. Pinot, Porte y Landa también podrían tener su oportunidad en alguna etapa. A ellos se le sumaran los velocistas Kittel, Dagenkolb, Matthews y Sagan, entre otros, que pugnarán por imponerse en el sprint.
Froome, el rival a batir
El británico, campeón en 2013 y 2015, acude al Tour como el principal favorito para revalidar el título. En las últimas ediciones dejó clara con su curiosa cadencia, que nadie afronta los desniveles como él. O quizás sí. Ahí emerge la figura de Quintana, harto de quedar siempre en el segundo escalón. A sus 26 años, el colombiano siente la necesidad de reinar en la ronda parisina, para engrandar un palmarés en el que sólo figura una gran vuelta (Giro de Italia 2014).
El líder de Movistar parece ostentar la madurez necesaria y su preparación para este verano ha sido inmejorable. Esta temporada ha ganado la Volta, Romandía y Ruta del Sur. A esto hay que añadirle que el terreno le favorece, con potentes escaladas, sin pavés, y con cronorrelojes que no deberían interferir en su objetivo.
Contador aspira a la misma meta que el colombiano: el triunfo. Y para ello, sabe que deberá inquietar a Froome. Ahí puede erigirse en aliado indirecto de Quintana. El español es consciente de que en esta ocasión es el peor parado en las quinielas. Pese a que hace tiempo reconoció que esta sería su última campaña, rectificó a tiempo y hace unos días volvió a hacer hincapié: “Este no será mi último Tour”. Puede haber otro, pero esta penúltima oportunidad podría ser la ultima para intentar la tercera conquista de París.
A sus 33 años, afronta la cita con confianza. Hace apenas siete días el ciclista de Pinto renunció al Campeonato de España por un resfriado, pero ahora se encuentra en óptimas condiciones. Su ambición siempre enriquece la carrera. Da igual que afronte la última semana sin opciones, que el madrileño intentará el asalto. Atacará y probará suerte, bajo esa premisa trabaja cada día.
Alberto Puente