Tal y como estaba previsto, la decimocuarta etapa del Tour de Francia no ha traído novedades. Los favoritos no han establecido diferencias en la general, al entrar junto al resto de corredores. El terreno, llano y con tres puertos de sólo cuarta categoría, no invitaba a los ataques. La única incógnita por resolver era si triunfarían los escapados o si todo se decidiría en el sprint final. Al final, fue lo segundo. Mark Cavendish de nuevo se erigió en el más rápido en los metros finales y conquistó su cuarta etapa en este Tour de Francia.
Cuatro corredores se embarcaron en la aventura de la escapada, y dieron algo de chispa a una clara etapa de transición tras la contrarreloj de ayer. El pelotón, que rodó algo más lento de lo habitual, tuvo serios aprietos para neutralizar al pelotón, y eso que a falta de 100 kilómetros prácticamente lo tenían hecho.
Al final, cuando sólo restaban tres kilómetros para el final de la prueba, los aventureros fueron cazados. En el pelotón, los distintos ‘sprinters’ ya llevaban un buen tramo en busca de un buen lugar para afrontar los últimos instantes. El mejor de todos, otra vez, fue Cavendish, que no se cansa de ganar. Cosechó su cuarto triunfo de etapa, casi un tercio de las catorce que se han recorrido hasta el momento.
Froome, Mollema, Quintana y el resto de favoritos accedieron junto al resto sin ningún tipo de contratiempos. La etapa de este domingo se presenta muy diferente para los favoritos. Partirán desde Bourg en Bresse y recorrerán 160 kilómetros hasta Culoz. Entre medias, deberán afrontar hasta siete puertos, uno de categoría especial y dos de primera. Pese a que la prueba concluirá con un ligero descenso, el terreno se presta a que los aspirantes prueben a Froome.
Alberto Puente