Colombia tiene nuevo héroe. Nairo Quintana, al igual que Bauke Mollema, se mantuvo intacto, sin forzar a Chris Froome, cada día más cerca de su segundo Tour de Francia consecutivo. Fue Jarlinson Pantano el que se encargó de animar la carrera junto a Rafal Majka. El colombiano descendió como nadie, y recortó la desventaja que tenía sobre el polaco. Le alcanzó a falta de cinco kilómetros, y le superó en el tramo final para sellar el triunfo más importante de su carrera
El terreno de la etapa de este domingo se prestaba apto para los ataques de aquellos corredores que aspiran a acabar con el trono de Froome. Pero Sky no dio opción. Seis puertos de montaña, dos de ellos de primera categoría y otro especial, no han supuesto ningún problema para el equipo del británico, cuyos gregarios le han llevado como si de un día de transición se tratara. Ni Quintana, ni Mollema se atrevieron siquiera a atacar en ninguno de los ascensos. Y en la bajada, ya era tarde para intentarlo.
Froome sale reforzado, por tanto. Un día menos, y mantiene su firme liderazgo. Nadie le cuestiona, y menos si los equipos de los aspirantes se desploman. No hubo un ritmo grande, pero el pelotón quedo reducido a una decena de corredores, entre los que aguantó el español Joaquim Rodríguez. Nadie robó un solo segundo, y el protagonismo quedó reservado a dos hombres que pusieron la intriga y la chispa necesaria en un recorrido de semejante magnitud.
Jarlinson Pantano y Rafal Majka. El polaco atacó en el último puerto, e inicio el descenso con veinte segundos de renta. No eran muchos, pero tras lo vislumbrado en las anteriores bajadas podía ser suficiente. Arriesgó, y casi acaba por los suelos. Una salida de pista (pasó por el césped) le hizo perder siete valiosos segundos y algo de confianza. Eso, aunado a la increíble bajada de Pantano, propiciaron que a falta de cinco kilómetros, sobre terreno llano, ya yacieran juntos.
La experiencia de Majka, habituado a pelear por etapas en las grandes vueltas, y la novedad de Pantano. Eso sí, el colombiano llegaba con aire de superioridad. Sus bajadas habían atemorizado al resto. Frenético, seguro… mostró al mundo su gran cualidad. Y poco le importó ser el ‘novato’. Cruzó la meta por delante y festejó un triunfo histórico para él. Nadie pudo pararle. De momento, es el nuevo héroe de Colombia. Mientras Nairo deja escapar sus opciones al triunfo final, otro compatriota suyo ha puesto la intensidad y la garra en el Tour.
Alberto Puente