Al fin sufrió Chris Froome. El británico se fue al suelo en el último descenso previo al puerto de primera categoría con el que concluía la etapa. Se levantó rápido, con vistosas heridas en la espalda, y se aupó a la bicicleta de un compañero, con la que afrontó la subida al Mont Blanc. Pese a las adversidades, lluvia incluida, sólo cedió unos segundos en la línea de meta. Bardet, valiente, se adjudicó el triunfo. Valverde, Joaquim y Quintana robaron unos segundos al maillot amarillo.
La lluvia trastoca la carrera
No hay ventajas que apacigüen si el terreno no es el propicio. Era día de sufrimiento para los mejor colocados en la general, que podían tirar al traste sus opciones con una caída. La lluvia hizo acto de presencia, tal y como se esperaba, cuando el pelotón inició el descenso del puerto especial. Hasta entonces, la etapa había transcurrido con normalidad. Rui Costa, en solitario, lideraba la etapa, con un minuto de ventaja sobre el insistente Majka y su grupo perseguidor. El pelotón, a dos minutos de la cabeza, avanzaba rápido, consciente de que la etapa podía definirse entre los favoritos.
Sin embargo, las condiciones atmosféricas adversas trastocaron por momentos la etapa. Rolland, en la escapada, se fue al suelo. Richie Porte también. El australiano pronto encontró la ayuda de sus compañeros de BMC, que intentaron reengancharle con el pelotón. Todo, en la bajada tras coronar el puerto de categoría especial, penúltimo en el recorrido de este viernes. Las riendas las tomó desde bien pronto Astana, el único equipo que lograba sumar un buen puñado de efectivos en el pelotón, junto a Sky, como no.
Tensión antes del último ascenso
La bajada se hizo muy larga, que se lo digan a Froome. El británico se fue al suelo, sin graves consecuencias, más allá de dañarse la espalda. Cedió poco espacio, y lo recuperó pronto gracias a la ayuda de sus compañeros, justo antes de la última ascensión al Mont Blanc. El maillot amarillo tomó la bici de uno de sus aliados y se colocó en la cola del ‘pelotón’ para esperar un cambio lo antes posible. Adelante, Rui Costa se mantenía en cabeza, con Bardet como inmediato perseguidor, después de que el grupo de Majka fuera cazado con anterioridad. Mollema, que también se fue al suelo, se complicaba el podio.
Agónica subida
Bardet, ansioso por el triunfo de etapa, cazó a Rui Costa, y descolgó a falta de tres kilómetros. Por atrás, Diego Rosa, de Astana, impuso un ritmo frenético que agotó a los mejores. Después fue Coruxo, el hombre de BMC, el que aceleró la marcha. A partir de ahí, llegaron los amagos, los ataques. El de Martin fue el primer aviso serio, ya que abrió cierto espacio con el resto del ‘grupo de los mejores’. Landa, entre otros, no podía seguir la estela de los más fuertes. Bardet, con treinta segundos de ventaja, mantenía la incertidumbre.
Cuando sólo restaban dos kilómetros, se produjo un pequeño parón que dio cierto aire al francés en la pugna por la victoria. Después atacó Porte seguido por Quintana. Cuando parecía que abrían hueco, Pouels y Froome volvieron a engancharse. Ni las heridas, ni una bici ajena desconcentraban al británico, que pese a poder permitirse ceder cierto tiempo, trataba de responder siempre a cada ataque. Bardet logró el triunfo, y Valverde, Joaquim y Quintana rascaron unos segundos a Froome, que respiró aliviado tras cruzar la línea de meta.
Alberto Puente