martes, septiembre 24, 2024
- Publicidad -

La intrascendencia del oro olímpico tras el dopaje

No te pierdas...

Cada vez es más frecuente que un deportista no pueda festejar en los Juegos Olímpicos el premio que merece. Lo hace en casa, de vacaciones, o en pleno entrenamiento, meses o años después de concluir la prueba. Es la situación que atraviesan aquellos deportistas que celebran la medalla de plata, pero que lamentan haberse quedado a un paso de bañarse en oro y adentrarse en la historia del deporte. El dopaje se castiga, pero con el tiempo. Y aquel segundón asciende al primer escalón, cuando ya nadie se acuerda de él. El castigo se recuerda, pero el beneficiado no interesa.

La última en experimentar esta situación ha sido Lidia Valentín. La española ni siquiera alcanzó la segunda plaza, se quedó a las puertas del metal en Londres 2012. Un duro castigo tras años de preparación hasta este jueves, en el que se ha conocido que obtendrá el oro por el dopaje de sus rivales. Cuatro años más tarde recibe una recompensa que difícilmente podrá saborear de la misma forma. Hace un mes Svetlana Podobedova perdió el oro, y ahora Natalya Zabolotnaya e Iryna Kulesha han cedido la plata y el bronce.

No es un caso aislado, ni nada novedoso. Hace dieciséis años, en Sydney, la velocista Marion Jones conquistó cinco medallas que más tarde le fueron despojadas. La estadounidense, según informó la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, había corrido bajo los efectos de sustancias prohibidas, en concreto esteroides. Fue uno de los casos más sonados de dopaje, ya que tres de esos metales eran de oro. Thanou, Davis y Ottey subieron un escalón en el podio hasta el primer lugar.

Aunque si un caso resonó en el mundo entero fue el de Ben Johnson. En Seúl 1988 el jamaicano se batía con Carl Lewis en otro capítulo histórico que había generado una mayúscula expectación. Johnson se proclamó campeón con una marca de 9,72 segundos y un amplio margen sobre el estadounidense y el resto de contendientes. Pese a que días después se conoció su dopaje, sobre aquella pista sólo él reflejó una amplia sonrisa en su rostro. La carrera fue más recordada por aquel positivo, que por el triunfo de Lewis.

El dopaje se ha cobrado a varias víctimas del atletismo. La atleta turca Asli Cakir Alptekin, campeona olímpica en la prueba de 1.500 metros en Londres y Rashid Ramzi, oro en los 1.500 de Pekín perdieron su premio en favor de Gamze Bulut y el keniata Kiprop. Como estos, un sinfín de casos que también se suceden en los distintos Mundiales que se celebran en las diferentes disciplinas deportivas, como aconteció con la española Marta Domínguez.

Y no sólo en categorías individuales. En Atenas 2004 Alemania ganó el oro en la prueba por equipos, pero el dopaje de uno de sus jinetes propició que Estados Unidos les arrebatara el puesto. Hasta el velocista más rápido del mundo, Usain Bolt, podría perder uno de los muchos oros que ha conquistado en los Juegos Olímpicos. “He trabajado para coleccionar medallas de oro, para ser campeón”, señaló el jamaicano tras conocer que su compatriota Nesta Carter había dado positivo en la prueba de relevos de Pekín 2008. Trinidad y Tobago haría historia aupándose al oro, pero sin el reconocimiento merecido.

Bolt permanecerá en el recuerdo, pues sus hitos se han sucedido con el transcurso de los años. Pero son muchas las deportistas como Lidia Valentín que mundialmente no han alcanzado la fama que deberían por culpa del dopaje. La española ha entrenado desde joven en un deporte de poca repercusión y donde se mueve una escasa cuantía económica. De ahí que se valga de becas de la UCAM que la permiten avanzar en sus estadios a la vez que practica el deporte que tanto ama.

No pudo celebrar el oro que ahora se le ha presentado, pero aún ha admitido estar “muy feliz”. “Estoy contenta porque se ha hecho justicia, da igual que sea cuatro años más tarde. Para mí es un día importante y de celebración”. La española no esconde su alegría, pese a que hace ya cuatro años tuvo que marcharse de Londres con la sensación de haberse quedado muy cerca de conseguir el metal. Como ella, son muchos otros los deportistas ‘olvidados’. Los campeones olímpicos cuyos nombres no resuenan por ser designados cuando no corresponden. Siempre por culpa del dopaje.

Alberto Puente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -