España pasó por encima de Lituania en el penúltimo partido de la fase de grupos, en el que una derrota les habría mandado prácticamente a casa. Los de Scariolo no dieron ni una sola opción a sus rivales, ya que se adelantaron en el marcador con la primera canasta del encuentro y no cedieron la iniciativa en ningún momento. De hecho, la ventaja fue cada vez más amplia hasta llegar a resultar insultante.
El triunfo de España se cimentó por encima de todo en el incremento de la concentración defensiva y en la voracidad que mostró todo el equipo a la hora de buscar los rebotes. No obstante, el increíble acierto exterior de todos los jugadores permitió que la ventaja fuese así de amplia. Pau Gasol tuvo gran parte de culpa de que eso ocurriera ya que logró cinco triples de cinco intentos para firmar un total de 23 puntos y 39 de valoración.
Asimismo, la gran noticia individual del encuentro la protagonizó Ricky Rubio,que perdió el miedo al tiro y fue uno de los siete jugadores que se marchó más allá de los diez puntos. España jugó cada posesión como si le fuera la vida en ello, ya que el 'básquet average' puede ser vital a la hora de determinar las posiciones en la última jornada del grupo, donde los de Scariolo se la juegan contra Argentina. Ginobili, Nocioni, Scola y compañía llegarán cansados, ya que necesitaron varias prórrogas para imponerse a Brasil. Evitar a Estados Unidos en cuartos es el gran objetivo.
Todo salió a pedir de boca para el equipo español en los primeros minutos, gracias al acierto de Sergio Llull en una fiesta a la que también se sumaron Pau Gasol y Ricky Rubio con lanzamientos exteriores. El base catalán, tras varios partidos para olvidar, volvió a coger confianza en su lanzamiento exterior y también logró imponer su ritmo en el juego para repartir varias asistencias.
España era superior porque era mejor en todas las líneas, perdía muchos menos balones que Lituania y cerraba mejor que nunca el rebote con un Felipe Reyes colosal. Por eso, el primer cuarto se cerró con un 26-11 que lo decía absolutamente todo. Además, la tendencia se confirmó en el tercer cuarto porque ante todo se vio un cambio de actitud claro en los hombres de Scariolo.
Gasol dio una exhibición de tiro
Las derrotas frente a Croacia y Brasil fueron dos buenas curas de humildad, puesto que tras el trámite frente a Nigeria, España sabía que tenía que afrontar con muchísima más intensidad su primer 'match ball'. Gasol completó una primera parte brillante en la que volvió a exhibir su gran facilidad para anotar, pero esta vez todos sus compañeros supieron secundarle a la perfección. Ricky tiró bien cuando le floraron e incluso Felipe Reyes tuvo éxito cuando se atrevió a lanzar desde lejos, pero el verdadero mérito de España en la primera mitad estuvo en la defensa, puesto que consiguió dejar a un equipo que hasta ahora había ganado todos sus encuentros por debajo de los 30 puntos llegado el intermedio. España se fue al descanso con un 48-29 a favor, que servía para tranquilizar hasta a los más pesimistas.
Además, en el inicio del tercer cuarto, Pau Gasol prosiguió con su festival de triples y clavó tres nada más reanudarse el partido. Kuzminskas y Kalnietis intentaron como pudieron salvar la honra de su selección, pero en realidad cada canasta que conseguían recibía una respuesta mucho más contundente.
España tenía el día tonto y le salía absolutamente todo bien. De hecho, Rudy Fernández también encontró unos minutos en que le entraban todos sus lanzamientos de tres e incluso Navarro cerró el parcial con una de esas bombas que antaño se hicieron famosas en todo el mundo.Solo faltaba Sergio Rodríguez por unirse a la fiesta y en el último cuarto 'el Chacho' también aprovechó la situación para anotar dos triples consecutivos. También Calderón aprovechó sus pocos minutos en pista para anotar cuando el encuentro agonizaba.
Felipe Poza