Lo nunca visto. Así comenzaban las noticias de este martes que relataban la hazaña de Shaunae Miller en la final de los 400 metros. La atleta bahameña consiguió el oro olímpico al 'lanzarse a la piscina’ en un intento desesperado de ganar. Miller le arrebataba así la medalla a la ganadora de cuatro medallas de oro, Allyson Felix.
Este hecho pasará a formar parte de uno de los mejores momentos en la historia de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, no ha sido lo nunca visto ya que esto ya ocurrió hace 32 años en las olimpiadas de Los Ángeles, en 1984: el atleta Jeff Glass apareció volando a la derecha del español Javier Moracho y lo dejó sin la opción de luchar por una medalla.
Javier Moracho, uno de los mejores atletas españoles, llegó a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 como uno de los favoritos para hacerse con una medalla. El español, que entonces tenía de 25 años, quedó séptimo en los 110 metros valla en los anteriores Juegos de Moscú 1980 y a lo largo de cuatro años mejoró y consiguió varias medallas en otras competiciones.
El español comenzó bien la competición: quedó el segundo de su serie y llegó sin problemas en las semifinales. Todo apuntaba a que Moracho traería alguna medalla a España. Sin embargo, en ningún momento se esperó que la oportunidad de hacerse con una presea se le fuera a escapar por el ‘piscinazo’ del canadiense Jeff Glass.
Los cuatro primeros puestos de cada serie conseguirían pasar a la final. Tras una rápida salida en la semifinal, el corredor español iba en cuarto puesto y en el ‘sprint’ final, tras haber pasado sin problema cada valla, se veía ya con un pie en la final. Sin embargo, cuando menos se lo esperaba el canadiense Jeff Glass apareció volando a su derecha después de haberse lanzado en plancha. Moracho perdió su gran oportunidad y quedó quinto por una centésima.
Curiosamente, el canadiense quedó en último puesto en la final y, un año después, Javier Moracho fue subcampeón mundial.
Andrea Morea