Carolina Marín derrotó a Li Xuerui en dos sets (21-14, 21-16) para acceder a la final de los Juegos Olímpicos en la modalidad de badminton femenino individual. La andaluza lleva un torneo inmaculado en el que no ha cedido ni un solo set y este jueves volvió a sacar lo mejor de sí para derrotar a una de las mejores jugadoras del circuito.
La número uno del mundo no tiene rival que sea capaz de toserle y eso tiene un mérito especial, cuando proviene de un país en el que el badminton es minoritario y juega contra estrellas reconocidísimas en Asia. En el partido por el oro también luchará contra una deportista de ese continente, puesto que la otra semifinal la disputan la japonesa Nozomi Ukuhara y la india Pusarla Venkata Sindhu, sexta y décima clasificada en el ranking mundial respectivamente.
Por eso, el encuentro frente a Li Xuerui era una especie de final anticipada. En cualquier caso, Carolina se tomó el choque con muchísima tranquilidad y borró a su rival de la pista en el primer set, aunque después tuvo que sufrir en el segundo parcial cuando la china sacó todo su carácter. No obstante, una lesión de Li Xuerui en los últimos puntos terminó de decantar el encuentro y deja a esta mujer con muy pocas opciones de disputar el partido por el bronce con garantías.
Carolina Marín aprovechó los primeros instantes del partido para coger tres puntos de ventaja. Además, en los puntos posteriores supo administrar su ventaja gracias a su potente juego ofensivo y a que la china mandó varios volantes fuera debido a su precipitación. Por momentos, el juego se tensaba porque la china se empeñaba en meterle muchísima velocidad a los intercambios, aunque la onubense lograba llevar el juego a terreno con golpes más flotantes en la mayoría de las ocasiones.
Por eso, se llevó al primer intervalo de descanso con el 11-7 en el marcador. En cambio, tras la reanudación Li Xuerui comenzó a tomarle el pulso al encuentro y aprovechó los golpes demasiado elevados de la número uno del mundo para conectar voleas potentísimas al centro de la pista que Carolina Marín no pudo contrarrestar. No obstante, en los puntos psicológicos que podían servir para cambiar la tendencia del partido, la española sacó lo mejor de sí para irse al suelo en la defensa con sus estiradas inverosímiles marca de la casa, para después llevarse el gato al agua a la contra.
Un primer parcial para enmarcar
Además, Carolina Marín aprovechó la situación para escaparse definitivamente en el marcador del primer parcial porque le salía absolutamente todo. De hecho, después de algún punto disputadísimo no podía contener su sonrisa de satisfacción. El set se cerró con un claro 21-14, pero la andaluza celebró el último punto con un grito ensordecedor.
La española sabía que la china era una rival dura de roer y era consciente de que ese primer set era importantísimo para la batalla. De hecho, el segundo parcial empezó con la china mucho más agresiva y con Carolina con dificultades para ofrecer respuesta. Li Xuerui llevaba siempre la iniciativa en el marcador y no parecía dispuesta a soltarla, hasta que el descanso llegó con un 11-9, que hacía pensar que el partido podía alargarse muchísimo.
Sin embargo, Carolina volvió a apretar tras la reanudación y a base de sus mejores golpes logró el empate a 14. El partido se jugaba ya a cara de perro, con una igualdad absoluta, cuando la china se hizo daño en el tobillo con 18-16 a favor de la española. Li Xuerui quedó muy tocada y a partir de ahí la número uno del mundo no tuvo problemas para ganar todos y cada uno de los tantos restantes.
Felipe Poza