Como era de esperar, la 18ª etapa de la vuelta se convirtió en una jornada de transición en la que la falta de terreno para el movimiento de los líderes terminó por poner de acuerdo a los equipos de los sprinter. Por eso, la victoria se dilucidó tan solo unos pocos metros antes de la meta situada en Gandía, cuando Nielsen superó a Arndt y Druncker gracias a su poderío en las últimas pedaladas.
La jornada estuvo marcada por una fuga de cinco corredores formada por Rolland, Jauregui, Beppu, Vervaeke y Cattaneo. Los aventureros llegaron a tener una distancia de siete minutos y todo hacía indicar que podrían disputarse entre ellos el triunfo de etapa. En cambio, el trabajo de Etixx, Bora y Giant permitió que el pelotón se reagrupase a falta de 11 kilómetros del final.
Por eso, con la victoria de Nielsen, ya son tres las victorias consecutivas de los ciclistas que fueron repescados tras el fuera de control masivo de Formigal. Drucker, Frank y Nielsen se han llevado los premios de las últimas jornadas, después de dejarse llevar descaradamente en una etapa en la que gran parte de los 93 ciclistas que se quedaron descolgados lo hicieron para reservar fuerzas.
La organización no tuvo valor para dejar que el pelotón se redujese de esa manera, pero visto lo visto se demuestra que ha creado un gran perjuicio a los ciclistas que corrieron con honradez y sin confiar en que la organización no se atrevería a aplicar las normas a rajatabla. De esta forma, se demuestra que la UCI tiene que tomar medidas claras para que algo parecido no se pueda repetir en las siguientes temporadas.
Muchas críticas a Peñagolosa
Por otra parte, las quejas entre los equipos por el recorrido de la Vuelta de esta año cada vez son más numerosas en la caravana de equipos. De hecho, el ciclista español del equipo Sky David López no tiene ningún problema a la hora de reconocer que “la gente está harta de subir estos puertos imposibles”, un dato que puede explicar la pasividad de muchos en la etapa de Formigal.
Además, el gregario de Froome deja entrever que la gota que colmó el vaso de la paciencia de muchos fue la subida a Peñagolosa en la etapa de este miércoles. El pico con rampas brutales de hasta el 22% de desnivel y con el asfalta en muy mal estado en algunos tramos sirvió para desgastar a los corredores, pero no generó diferencias en la general. “Esto no es ni un puerto, es una pista asfaltada y es una pena que la Vuelta, con todos los puertos que hay en España, tenga que recurrir a esto”, comentó el corredor vizcaíno.
Por su parte, Alberto Contador tampoco está nada contento con la hoja de ruta de este año, puesto que cree que este tipo de situaciones se han repetido en demasiadas ocasiones. “Alguna vez está bien, pero esto no es para todos los días”, opinó el ciclista pinteño.
Por otro lado, el jefe del equipo Movistar, Eusebio Unzué da a entender que es erróneo pensar que lo mejor para buscar el espectáculo es acumular llegadas en alto, puesto que al final con esto solo se consigue que los corredores no tengan fuerzas para ser valientes. “Tenemos diez u once llegadas en alto. Lo que no se puede pretender es que todos los días todo el mundo vaya a 40 por hora y, además, con esta orografía y este calor”, sentenció el técnico.
Felipe Poza