A la tercera va la vencida. España ha olvidado sus tropiezos, y ha derrotado a Eslovenia con contundencia (30-18). Así lo requería el guión, que exigía a las guerreras obtener al menos un margen de cinco tantos para no contemplar otras vías ajenas. Cabral fue designada MVP, Silvia volvió a brillar, pero la mejor noticia residió en el juego, más paciente y fluido que en otras ocasiones. Las pupilas de Jorge Dueñas, no obstante, siguen al borde del abismo en la segunda fase, a la que acceden con cero puntos
España olvidó los errores de las dos primeras citas. Las pérdidas, la vulnerabilidad de su defensa, la lesiones… Trataron de dejar al margen las malas sensaciones experimentadas que las habían dejado al borde del abismo. La mentalidad fue la propia de un equipo rocoso como el que conforman las guerreras, vigentes subcampeones de Europa. Para no atender a otros escenarios, se requería no sólo un triunfo, sino al menos cinco tantos de diferencia frente a Eslovenia.
Bien en los extremos, con Carmen Martín muy activa, y siempre con la suma aportación de Cabral, España evidenció esa necesidad de goles en un arranque vertiginoso, donde un parcial de 6-1 anticipaba la goleada. Aunque la noticia más grata residía en la fluidez con la que se transitaba en la zona ofensiva, con paciencia. Y sin pérdidas, que en los dos últimos envites (hasta 36) había sido un importante lastre. En defensa exhibieron ese marcaje y esa dureza que tanto ha caracterizado a las pupilas de Jorge Dueñas.
En el bando rival, se sucedían los tiempos muertos, ante la desesperación que propiciaba tanto fallo, ante un muro como Silvia Navarro. También a la contra se movieron bien las Guerreras, que ampliaron la brecha hasta el 10-3. La única nota negativa, por decirlo de alguna manera, fue la imposibilidad de aprovechar alguna exclusión. No importó, Nerea, máxima anotadora en el primer periodo con cuatro tantos (dos desde los siete metros), aprovechó los últimos segundos para situar el 14-5 con el que se llegó al descanso.
Tras la tregua, la inercia cambió. Stanko e Irman redujeron el tanteo (14-8), que dejaba a España cerca del abismo. Dueñas solicitó tiempo muerto, y se dirigió a las chicas con las siguientes palabras: “Cada acción tiene que ser decisiva. No podemos especular”. Un mensaje directo, en el que exigía disputar cada balón cómo si fuera el último. Su idea caló en el equipo, que reaccionó de inmediato hasta situar la máxima del partido (25-15) a diez minutos del final.
Amaia, Mireya, Carla… todas se sumaron a la fiesta en un cómodo final, en el que las guerreras no dieron opción a la incertidumbre. Eslovenia, frustrada ante una inmensa Silvia (más de 50% de porcentaje de paradas) se dejó llevar hasta encajar una dolorosa derrota (30-18), que deja en vano su triunfo frente a la anfitriona Suecia. España ha respondido en el momento más delicado, y ya está en la segunda fase. Eso sí, con cero puntos, por lo que la tensión se mantiene. Aunque si se reacciona así, bienvenido sea.
Alberto Puente