Un nuevo curso ha echado el cierre. Un 2016 que se erigió especial por la cita de los Juegos Olímpicos, donde si bien la cuantía de metales fue algo escasa, el elevado número de oros permitió firmar una actuación destacada. Se acerca el ocaso de figuras ilustres como Alonso, Gasol o Nadal, pero emergen otros jóvenes que garantizan muchos éxitos para España en el próximo lustro. Muchos de ellos compiten en disciplinas poco destacadas, que harán resonar el acento castellano por todo el mundo.
Carolina Marín, a repetir. Vigente campeona olímpica, a sus 23 años, la onubense también posee en su palmarés dos Campeonatos del Mundo y dos Europeos. Ha conquistado las mayores cotas del bádminton, y ahora su único objetivo es repetir estas hazañas y triunfar en torneos del circuito que aún se le resisten. Icono en la India, empieza a tomar repercusión. Sin duda una de las deportistas españolas más a tener en cuenta.
Márquez, contra la historia: El piloto de Cervera es otro de los jóvenes talentos que tiene España. En 2016 se sobrepuso a los problemas iniciales de Honda hasta ganar con antelación el título. Ya tiene tres en la categoría reina, los mismos que Jorge Lorenzo. Todas las encuestas le colocan como el principal candidato a volver a subir a lo más alto del podio. Si obtiene otro, acrecentará su leyenda.
Mireia Belmonte, un seguro. Tras erigirse como una de las grandes figuras del deporte español en los últimos Juegos Olímpicos, donde se colgó dos medallas, en 2017 afrontará el Mundial de Hungría. En el último disputado en 2013 ya destacó con tres metales. Eso sí, ninguno fue de oro. Para este nuevo curso esa es sin duda el objetivo que tiene marcado, además de incrementar el número de galardones.
Javier Fernández, un baile a la gloria. El mismo ha señalado ya sus cotas para este nuevo año: “Espero revalidar el título Europeo y Mundial para ir a la etapa olímpica otra vez siendo campeón». La competencia será máxima, pero su gran 2016 le coloca entre los principales favoritos. Se ha convertido en un icono mundial, después de conseguir aunar el show y la técnica en sus bailes.
Saúl Craviotto, un líder destacado. El catalán ha sido campeón olímpico en las tres citas en las que ha participado (Pekín, Londres y Brasil). Forma parte de una generación exitosa, con Marcus Walz y Cristian Toro. Él es sin embargo el más capacitado para triunfar en la Copa del Mundo de aguas tranquilas que se celebra en mayo. Ya posee tres oros, y busca ampliar un palmarés de locura.
Garbiñe Muguruza, de moda. La irregularidad en su tenis no le supone un impedimento a la hora de cosechar éxitos. Sus excelsas cualidades, resumidas en un gran servicio y golpes planos que desarbolan a sus rivales, le convierten en una candidata a todo en el circuito WTA. Tras alcanzar la final de Wimbledon en 2015 y triunfar en París en 2016, el objetivo en el nuevo curso es levantar de nuevo un Grand Slam.
Ona Carbonell, a resarcirse. El equipo de natación sincronizada se quedó sin acudir a Río de Janeiro para la prueba grupal. Sí pudieron competir Ona y Gema Mengual en el dúo, y se quedaron sin una de las medallas que se daba por hecha. En 2017 buscará retomar la buena senda que lleva en su trayectoria en el Campeonato del Mundo que se disputa en Budapest. Allí será obligado obtener un metal que la de rédito de nuevo.
Gómez Noya, a escena. Una inoportuna lesión le impidió disputar los Juegos Olímpicos de Brasil. Es uno de los históricos de nuestro deporte, y este año tiene fijada una fecha: abril. Desde 2007 ha finalizado de forma ininterrumpida en el podio en el Campeonato del Mundo. Este año, con más hambre que nunca, aspira a mantener la racha y, por qué no, con su sexta medalla de oro.
Orlando Ortega, nueva ilusión. Otra de las caras nuevas con la que cuenta el deporte español, después de que el atleta de origen cubano se nacionalizara este mismo año. Consiguió un hito para el deporte español tras cosechar la plata en los 110 metros vallas. Pese a la igualdad que prima en esta prueba, Ortega aspira a repetir su éxito en el Campeonato del Mundo de este año que se celebra en Londres.
Ruth Beitia, incansable. A sus treinta y siete años, después de especular con la retirada, logró el ansiado oro en Brasil, en uno de los momentos más emotivos de la cita. Ahora siente motivación para seguir en la pelea, y apunta a Londres. Sus cualidades parecen crecer con el transcurso de los años, por lo que sus opciones de conquistar otra medalla son muy reales.
Alberto Puente