A través de las redes sociales María Sharapova ha evidenciado que tiene vida más allá del tenis. Despreocupada, ha compartido instantáneas de vacaciones en diferentes destinos. Quizás, fruto de la confianza de los organizadores, que la prometían un regreso entre palmas. Sin embargo, según se acerca su regreso, previsto para finales de abril, crecen las críticas. El último ha sido Kyrgios, pero antes el presidente de la FFT auguró que posiblemente no cuenten con ella para Roland Garros.
Restan menos de dos meses para que Sharapova retorne a las pistas. Stuttgart será el escenario de su reaparición, a finales de abril, después de un año y medio en el dique tras haber dado positivo en meldonium en un control antidopaje al que le sometieron durante la celebración del Abierto de Australia. Durante este tiempo no ha dado síntoma alguno de flaqueza, y se ha mostrado feliz en las redes sociales, de vacaciones en Barcelona, Hawái… y al mando de su empresa de golosinas, que por el momento parece funcionar.
Su despreocupación estaba argumentada, pues pese a la sorpresa de algunos de sus compañeros de profesión, los altos organismos ignoraron sus ‘trampas’ debido a la inmensa repercusión de la rusa, posiblemente el principal activo de la WTA junto a Serena Williams. La Organización de Naciones Unidas apartó a la siberiana de su cargo, pero tardó bien poco en anunciar que cuando expirara su sanción sería readmitida como embajadora.
Las invitaciones para exhibiciones se han sucedido con frecuencia. La que más trascendencia alcanzó fue la que protagonizó junto a Mónica Puig, flamante campeona olímpica en Puerto Rico, pero lo cierto es que sólo una baja de Garbiñe evitó que pisara territorio español. Después de que el torneo de Stuttgart anunciara que concedería a Sharapova una de sus invitaciones, parecía que la vuelta de la rusa sería de lo más apacible. Sin embargo, en las últimas semanas, ésta ha empezado a vislumbrar que no todo serán palmas en su reaparición.
Hace una semana Andy Murray confesó que era partidario de que estas personas “deberían ganarse su vuelta”. Un día más después el presidente de la Federación Francesa de Tenis explicó que invitar a la rusa sería contradictorio a su lucha contra el dopaje. Aunque su frase no fue una decisión, todo apunta a que no estará en Roland Garros. El último en sumarse a estas acusaciones ha sido Kyrgios, que ha señalado que “no tiene sentido apoyar a la gente que hace trampas”.
En la última foto publicada en su Instagram puede apreciarse como se prepara de cara al regreso al circuito. Desde su inicio, Sharapova se ha caracterizado por ser una de las más combativas, y sin duda tratará de demostrarlo de nuevo. Sin embargo, su esperanza por no recibir reproche alguno parece desvanecerse. Los eventos más grandes no la necesitan para generar impacto económico y podrían prescindir de ella. Incluso el acalorado recibimiento podría traducirse en protestas. De momento, pese a haberse mostrado ajena a todos los problemas, la sensación es que según se acerca el día de su regreso se acrecientan las críticas. A Sharapova le crecen los retractores.
Alberto Puente