La edición centenaria del Giro de Italia echará el telón el próximo domingo 28 de mayo en Milán, con una contrarreloj que mantendrá la incertidumbre hasta el último metro. Hasta entonces espera la montaña, que ya ha sido juez de fatigas tempraneras, de sorpresas, e incluso de situaciones comprometidas como la que atravesó Tom Dumoulin en la jornada reina. Los escaladores acaparan todos los focos en la pugna por la general, donde se inmiscuye el holandés, que mantendrá viva la esperanza ante hombres como Nairo Quintana y Nibali, vigente campeón.
Más allá de la emoción que suscitan las cumbres, corredores de otro perfil presentan su particular batalla con objetivos paralelos, no menos interesantes. Los sprinters, en escena en los primeros días, son otro de los alicientes. Expertos en la arrancada, capaces de ignorar el peso de sus piernas tras etapas de más de 200 kilómetros. Ante la ausencia de las habituales figuras consagradas, en este Giro han emergido jóvenes talentos. El principal, un colombiano: Fernando Gaviria.
El próximo verano cumplirá 23 años, pero su nombre ya es conocido mundialmente. Tanto en categorías inferiores como adentrado en el profesionalismo, Gaviria ha tintado de oro sus vitrinas en el ciclismo en pista. Campeón Mundial en Omnium en 2015 y 2016, tampoco tardó en cosechar sus primeros éxitos en ciclismo en ruta. Con veinte años cerró dos triunfos en el Tour de San Luis, que le permitieron ser punta de lanza del Quick-Step en 2016. En este curso sus dominios se ampliaron a citas de mayor magnitud como la Tirreno Adriático.
Nada equiparable a lo que ha realizado en esta edición centenaria del Giro de Italia, donde se ha ganado a pulso el protagonismo. Cuatro triunfos de etapa (jornada 3, 5, 12 y 13), el primer colombiano en consumar semejante hazaña pese a su precocidad. El colombiano ha llegado a portar la maglia rosa y ha batido a rivales de la talla de André Greipel.
El colombiano, por tanto, ha respondido con creces a la confianza que depositó en él el jefe del equipo. “Se merece una oportunidad después de la temporada sólida que ha tenido, durante la cual demostró lo fuerte que es”, mencionó Davide Bramati tras hacer oficial la inclusión de Gaviria en el Giro. No obstante, quiso restarle importancia, al comentar que no recaería sobre el “ninguna presión” y que dependería “de algunos corredores con experiencia para guiarlo”.
Ahí marco a Gaviria para que entiendan la salvajada que hizo hoy: pic.twitter.com/MqzUw1pjQY
— Juan Abel (@JuanAbelG) 19 de mayo de 2017
De un plumazo, en su primera participación en una grande, Gaviria ha exhibido gran parte de su potencial. Espera a sus rivales, tranquilo. Y cuando estos arrancan, cuando sus opciones parecen desvanecerse, acelera la marcha, supera a todos, y se proclama vencedor, como puede vislumbrarse en el vídeo compartido. A sus veintidós años, Colombia, país habitual de grandes escaladores (Lucho Errera, Nairo Quintana…) asombra perplejo las capacidades de su nueva arma.
Con casi total seguridad, Fernando Gaviria cerrará el líder con el Maillot de la regularidad, donde acumula 325 puntos, por los 192 de Jasper Stuyven. El colombiano sufre en la montaña, quedó patente en la etapa 16, la reina de esta edición, donde cedió cincuenta minutos. Sin embargo, oculto en esas ascensiones, yace un líder, una nueva figura que a buen seguro sumará un puñado de triunfos en la última década. Colombiano va sobrada.
Alberto Puente