Rafa Nadal y Satanislas Wawrinka se verán las caras por última vez en la final del Roland Garros que se disputará mañana domingo a partir de las 15.00 de la tarde. La posible victoria del tenista mallorquín se convertiría en el undécimo trofeo de este torneo mientras que para el suizo sería el segundo. Se trata de el primer encuentro de estos dos tenistas desde que comenzó la competición.
El español ha demostrado una gran destreza durante todo el torneo y un estilo espectacular, tal y como lo recuerdan. Ayer viernes se clasificó para la final después de derrotar al austriaco Dominc Thiem, uno de los favoritos del Roland Garrós.
Sería el undécimo premio de esta competición para Rafael Nadal que si sigue así podría incluso superar a Peter Sampras que tiene el récord de trofeos con quince en su vitrina. El último de ellos lo consiguió en el 2014 tras ganar cuatro premios del Roland Garrós consecutivos. Además a estos nueve títulos que acumula de estas competiciones disputadas en suelo de tierra parisino hay que sumarle un Open de Australia en 2009, dos Wimbledon en 2008 y en 2010 y dos US Open tanto en 2010 como en 2013.
Sin embargo, para ello debe hacerse con el suizo Stan Wawrinka que de las tres grandes finales no ha perdido ninguna. De hecho, ha conseguido vencer al gran Novak Djovik y aunque Wawrinka llegue a la final «grande y optimista, sobre todo mentalmente» reconoce que «con Rafa Nadal nada ha cambiado» puesto que «sigue siendo un monstruo». Tanto el tenista español como el suizo se han llegado a ver las caras hasta en 18 ocasiones de las cuales el mallorquín ha conseguido vencer hasta 15 veces.
Por otro lado, Nadal confesó a los medios nada más derrotar al austriaco Dominic Thiem que se encuentra ante «uno de los torneos más complicados, difíciles e importantes de su vida». Además, admitió que Wawrinka no se lo va a poner nada fácil».
En cuanto a su anterior derrota frente a este, el mallorquín ha confesado que de no haberse lesionado en Australia puede que el partido y la victoria hubieran sido otra. Por lo tanto, la balanza parece estar inclinada hacia el mallorquín aunque la buena racha de Wawrinka hace peligrar la victoria.
A. Morea