miércoles, septiembre 25, 2024
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Nadal agranda su leyenda: se distancia de Sampras y acecha a Federer

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Un abierto de Australia, diez Roland Garros, dos Wimbledon y, ahora, tres US Open. Rafael Nadal Parera suma dieciséis títulos de Grand Slam: distancia a Sampras y acecha a Federer. Su negativo periplo en 2015 y la lesión de 2016 han dado paso a una bella travesía en la que el balear ha rememorado temporadas pasadas (2008, 2010 y 2013) donde por momentos dio la sensación de ser imbatible. La presión del favoritismo no afectó un ápice el español, que regresaba cuatro años después a la final en Nueva York. Su rival, Anderson, apenas sostuvo el pulso (6-3, 6-3 y 6-4) ante un Nadal que con el transcurso del encuentro acrecentó su nivel de juego.

Un cuadro propicio

Las lesiones, tan habituales en la trayectoria del balear, en esta ocasión golpearon a varios miembros del Top Ten. Entre ellos a Andy Murray y Novak Djokovic, cuya cabeza está en el próximo curso. Nishikori, Wawrinka… la larga lista dejaba un duelo en el horizonte: Nadal – Federer. La pugna nunca llegó a librarse, ya que Del Potro explotó ante el helvético. Ese envite ante el argentino en semifinales fue el más exigente para Rafa, que antes había gozado de un cuadro sin cabezas de serie: Lajovic, Daniel, Mayer, Dolgopolov y Rublev.

Anderson, desbordado

Ningún pronóstico auguraba su triunfo, pero el sudafricano entró a escena consciente de que sería difícil contar con otra oportunidad similar en el futuro. Sostuvo el pulso seis juegos, avalado por un gran servicio que llegó a desquiciar a Nadal. Finalmente, un error no forzado (acumuló 23 en el primer acto), permitió al español aprovechar la quinta oportunidad de break. Nadal, comedido en los primeros compases, se soltó. Y Anderson no supo volver a retenerle.

El guión del manacorense siempre fue claro. Restar bien atrás y esperar sus opciones con el segundo saque del sudafricano. Después, tomar la derecha, jugar de lado a lado y ganar pista. Mientras, el sudafricano fiaba su suerte a su derecha y al revés cruzado, que pronto dejarían de ser efectivos. Tras apuntarse la primera manga (6-3) Nadal se mostró más agresivo. Lo ejemplificó en la red, donde cerró el partido con una efectividad del 100%.

En los dos actos restantes a Nadal también le bastó con una única rotura. Consciente de los apuros de su rival para mantener consistencia en los momentos determinantes, Nadal trató de adelantar su posición en el resto. Ahí empezó a desconcertar al sudafricano, que bajó su porcentaje de primeros servicios y concedió más oportunidades a Nadal, que por entonces ya ofrecía argumentos de sobra para imaginar que su triunfo no podía cuestionarse. El español ganó profundidad con el revés y se apoyó constantemente en el drive para inclinar finalmente (6-3, 6-3 y 6-4) a Anderson, que lo intentó hasta la última bola.

El español, que concluyó con saque-red, suma dieciséis títulos de Grand Slam. Se distancia de Sampras (14) y acecha a Federer (19). Y de paso toma aire en la lucha por el número uno, donde aventaja en casi dos mil puntos al tenista suizo. Nadal desafía a la historia y acrecienta una leyenda forjada desde hace más de una década. 

 

C.Lospitao / A.Puente

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