El 'Rey de la Tierra' se ha convertido en 'Rey de la Pista Dura' o así se debería de apodar Rafa Nadal. Puro espectáculo el que ha dado el mallorquín en la última final vivida, donde ha sumado su título número 75 como profesional de la raqueta, a dos de John McEnroe, seis de ellos logrados en la presente temporada.
Su víctima en esta ocasión ha sido Nick Kyrgios, a quien ha derrotado por 6-2 y 6-1. El australiano se puso nervioso, incluso protestó al árbitro Mohammed Lahyani en varias ocasiones; acciones que no le costaron la descalificación porque el supervisor del torneo, Thomas Karlberg, no quiso. Primero, en una acción que le dio motivos, cuando a punto estuvo de lograr un ‘break’; la segunda, en el sexto juego, donde perdió el saque por segunda vez.
Enfrente, un Rafa Nadal concentrado, como siempre. Aprovechó la renta del primer set para apretar el acelerador hasta el 5-2. Cada servicio del tenista era una invitación a la rotura. Logró cuatro seguidas que dejaban el marcador con un 6-2 y 5-0. Con Kyrgios sin ninguna opción, el nerviosismo comenzó a apoderarse de él. El australiano quería sumar al menos un juego en la segunda manga, pero el vencedor de 16 grandes se lo negaba.
El mallorquín no había logrado dos coronas seguidas en superficie dura desde que ganó en 2013 en los Masters 1.000 de Montreal y de Cincinnati, y el US Open. Doce años después ha vuelto a conseguir un título que le vio nacer y con el que se acerca más a asegurarse el primer puesto del ranking ATP al final de la presente temporada. Su diferencia con Federer es ya de 2.370 puntos; ambos coincidirán desde el lunes en Shanghái pero con diferentes estados de forma.
Marta Martín Gómez