Fernando Alonso siempre ha exhibido un desmesurado optimismo. Al menos así ha sido en los últimos años de alianza entre McLaren y Honda, donde hasta este mismo año vislumbraba un futuro exitoso. A la par, el piloto español se ha mostrado muy sincero. Más según han transcurrido los años. Se marchó de Ferrari porque no le bastaba quedar segundo, y en este 2017 ha propiciado la ruptura entre británicos y nipones, después de dejar frases para el recuerdo en las que atizaba la unidad de potencia de Honda. Hasegawa, líder de los japoneses, ha reconocido recientemente que aún están molestos por esas palabras.
Septiembre, 2015. Japón. La relación entre ambas partes aún era positiva, pero Alonso no pudo contenerse y sembró los primeros desencuentros con Honda. El asturiano, en mitad del Gran Premio, se quejó por radio de que el resto de pilotos le superasen en la recta con total facilidad. Según avanzaron las vueltas, su enfado fue a más y terminó por decir “motor de GP2, argggg”.
Diciembre, 2016. Tras una segunda temporada desastrosa, la escudería reconoció que Alonso había perdido parte de la esperanza depositada. «No, no está contento», apuntaron los ingenieros de McLaren-Honda. El español había cuajado otro curso sin rumbo y ya vaticinaba lo que le esperaba en 2017, pese al cambio de reglamento y a que era la fecha fijada por el equipo para despegar.
Mayo, 2017. Barcelona. En Montmeló Alonso cosechó un notable séptimo puesto que regaló a los aficionados españoles. Sin embargo, los cuatro días de trabajo en el trazado catalán no fueron fáciles. En los libres su monoplaza se detuvo tras dar un único giro al circuito. El asturiano, enfadado, señaló que él no sabía que había pasado: “Es una pregunta para Honda”.
Julio, 2017. Austria. Alonso no necesitó ni siquiera subirse al coche para mostrar su decepción. El español, en la rueda de prensa previa al Gran Premio, comentó que “el motor es prácticamente el mismo”, pese a que el equipo había anunciado mejoras a través de un comunicado. “No vamos a vender motos cada semana”, dijo de forma contundente.Agosto. Spa 2017. El español de nuevo se quejó tras vislumbrar el pésimo rendimiento de su MLC32. Tras finalizar en 13º y 11º posición las dos primeras sesiones de los entrenamientos libres, comentó que no había notado la potencia de los nuevos vehículos, que en 2017 han rodado más de dos segundos más rápido. “Esperaba más”, apuntó el asturiano. Lo cierto es que Honda admitió que no habían conseguido llevar la última actualización del motor y que le habían proporcionado a Alonso una “3.5” que se alejaba de lo esperado.
Octubre, 2017. EEUU. El pasado domingo se produjo el enésimo desencuentro entre Alonso y Honda. McLaren presentaba un nuevo alerón delantero y el McLaren respondió, en plena batalla con Sainz y con los dos Force India. El sexto puesto, aunque difícil, estaba al alcance del asturiano. Sin embargo, como cada ocasión en la que Fernando ha podido brillar, su motor dijo basta. «No me lo puedo creer», comentó por radio tras ver cómo le superaban el resto de pilotos. «Hemos perdido una gran ocasión», señaló Alonso.
La situación entre McLaren y Honda es realmente tensa, pese a que los nipones trabajan para tener un punto de partida correcto en la unidad de potencia que suministrarán el próximo curso a Toro Rosso. El tempranero anuncio de ruptura ha complicado la relación entre ambas partes, que aún deberá perduras tres Grandes Premios más. Después pondrán fin a un proyecto de tres años que ha resultado un completo fiasco.
Alberto Puente