La vida da muchas vueltas, como el mismo Roger Federer ha podido comprobar, tras reinventarse por enésima vez. El suizo, al que algunos llegaron a retirar hace años, salió indemne de una lesión en la rodilla que le apartó de la competición durante la segunda mitad de 2016. En 2017, cuando eran todo incógnitas, regresó al circuito con su mejor versión, alzó dos Grand Slam y llegó a pelear por el número uno del mundo. Su reducido calendario le privó de ello, pero en este 2018 ha obrado el milagro tras alcanzar las semifinales en el ATP 500 de Rotterdam. Es ya el número uno más veterano, con 36 años y seis meses.
Hasta la fecha ese récord lo ostentaba Andre Agassi, que dejó el trono con 33 años y cuatro meses, por lo que la diferencia es abismal. Bemelmans, Kolschreiber y Haas han sido los damnificados esta semana en la consecución de la hazaña de Roger, que retoma ese lugar cinco temporadas después. Con su buena planificación de calendario, el suizo podría prolongar sus éxitos a las 40 años. O al menos eso es lo que parece que está dispuesto a hacer. De esa manera podría consumar alguno de los récords que aún le faltan, aunque la gran mayoría han caído en su haber.
El mayor logro de Federer son sus veinte Grand Slam. Es el que más ha levantado hasta la fecha, tras acabar en 2017 con una importante sequía. Aventaja en cuatro a Nadal y en seis a Sampras, que cierra el podio. El suizo también es el que más finales ha disputado, con un total de 30, y el que más triunfos ha cosechado, con amplia diferencia, con 321 sobre los 233 de Connors y Djokovic. El suizo también es el que más veces ha ganado la Copa de Maestros (6), un torneo especial, con formato diferente, que sigue en importancia a los cuatro majors del curso.
Roger es el que más finales ha ganado de forma consecutiva, con un total de 24. Desde Viena en 2003 hasta Bangkok 2005, algo tremendo. Esto le ayudó a ser hoy el que más partidos de Masters 1000 ha ganado, con 341. También es el que más victorias consecutivas ha logrado sobre la hierba, su superficie fetiche, con un total de 65, racha que tocó a su fin con la derrota frente a Nadal en la final de Wimbledon 2018. En definitiva, un historial de ensueño, con récords que no alcanzan casi a redactarse.
Federer resiste al paso de tiempo, y las ganancias también dan buena prueba de ello. El suizo lidera la tabla con algo más de 115 millones, pese a que cuando más dominó el circuito los premios eran ‘ínfimos’ en comparación con los actuales, que se incrementan cada año. El suizo, que ampliará su distancia como tenista con más semanas en el número uno (302), tiene por delante otros objetivos como convertirse en el tenista con más Masters 1000 (está a tres de Nadal y Djokovic). Sin embargo, el número uno es más que suficiente para Federer, que hasta hace bien poco ni siquiera se lo había planteado. Su legado es eterno, y su huella imborrable.
Alberto Puente