La Copa Davis, para muchos, requería cambios. Su formato actual, con citas en mitad del calendario ATP, provocaba la ausencia de las principales figuras del circuito, que se niegan a viajar a la otra parte del mundo o a cambiar de superficie, para no ver lastradas sus opciones a nivel individual. En ese clamor, entre otros, se encontraban inmersos Rafael Nadal y Novak Djokovic. Con esas voces, el cambio estructural estaba garantizado. Lo que no se esperaba, en cambio, era una revolución de semejante calibre, como la que ha llevado a cabo la Federación Internacional de Tenis (ITF).
La ITF ha llegado a un acuerdo de asociación con el grupo Kosmos, cuyo máximo accionista es el futbolista del Barcelona Gerard Piqué, con un plan a 25 años y a razón de tres mil millones de dólares que revolucionará el formato actual de la Copa Davis. El sistema pretende reunir a 18 equipos en la semana en la que habitualmente se disputa la final de la Copa Davis, con la temporada ya concluida. Existiría un formato de grupos y cruces desde cuartos de final. Las eliminatorias constarían de sólo tres encuentros (dos individuales y un dobles) y los Grupos Zonales no sufrirán alteración alguna.
David Haggerty ha comentado que su visión es «crear un gran final de temporada que sea un festival de tenis y entretenimiento, y que cuente con los mejores jugadores del mundo». Respecto al enorme dinero que generaría el evento, el presidente de la ITF ha señalado que esta nueva Copa Mundial de Tenis «abrirá el paso a niveles históricos de nuevas inversiones para generaciones futuras de tenistas y aficionados de todo el mundo». Entre otro de los objetivos se encontraba hacer sombra a la Laver Cup, que el pasado curso se estrenó con acierto y con la presencia de los hombres más reputados del circuito.
El proyecto aún debe ser aprobado en la Reunión General Anual de la ITF que se celebra en Agosto en Orlando (Florida). Pero todo apunta a que se alcanzarán los dos tercios que se requieren para sacar adelante la propuesta. El evento se celebrará en una sola ciudad y según han comentado, ya hay diversas ciudades de entidad que han mostrado su candidatura para albergarlo. Pese a que en principio el formato resulta atractivo y el evento puede alcanzar una gran magnitud, lo cierto es que las federaciones más pequeñas pueden resultar muy damnificadas.
Las grandes potencias tendrán la fortuna de ejercer como sedes y embolsarse una gran cantidad de dinero, pero otros países podrían sufrir las consecuencias de perder una importante fuente de ingresos. Sin ir más lejos, las cuentas anuales de la Real Federación Española de Tenis (RFET) desvelaron que en 2017 las dos eliminatorias de Copa Davis dejaron unos ingresos de en torno a un millón de euros, entre las entradas y los gastos que dejaran los asistentes. Una cifra que ayudó, en gran medida, a combatir los gastos que se llevan a cabo en la base del tenis, donde apenas obtienen ganancias.
El tenis es un deporte que en España, pese a atravesar una época dorada e irrepetible con Rafael Nadal y otros tantos tenistas, es minoritario. El número de licencias en el tenis ha caído desde que arrancara la crisis económica en 2008, y el pádel le ha recuperado un gran terreno. Económicamente la RFET sufriría mucho, y no sería una de las principales sedes, ya que otros lugares como de Asia, Estados Unidos o incluso Europa tiran mucho más. Por no hablar de la mera esencia de respirar tenis en el país. Actualmente España cuenta con el Mutua Madrid Open, de categoría Masters 1000, y el Conde de Godó, ATP 500. El resto de España se despediría del tenis, a excepción de eventos de menor categoría que pueden no suscitar la atención del espectador.
Sería un duro golpe, por tanto, no sólo a la economía, sino a la esencia de un deporte que va en retroceso. En otros rincones como Argentina, Brasil, Portugal o Italia, sufrirían las consecuencias de la misma manera. El acuerdo entre Cosmos y la Copa Davis ha pensado en el éxito de un proyecto a nivel visual, y en la comodidad de los tenistas, pero ha obviado la opinión de aquellos que se desplazan para ver tenis en directo, que al fin y al cabo son los que en muchos territorios sustentan el deporte. La idea de Piqué hace tambalear el futuro del tenis en España.
Alberto Puente