El asturiano, compartiendo el Cadillac número 10 con Taylor, Koabayashi y Van der Zande, dio una lección de pilotaje durante su participación en la prueba para alzarse como vencedor.
Cuando le tocó el turno de subir al Cadillac haciéndole el relevo a Jordan Taylor (en una octava posición), el piloto asturiano iba desbocado. Empezó adelantando a Castroneves para continuar quitándose rivales de su camino hasta llegar a liderar la prueba con una ventaja muy elevada con respecto a los demás. Faltaban un par de horas para el final de la carrera, y Fernando se encontraba en una segunda posición por detrás de Felipe Nasr, quien de pronto se salió de la trazada.
El piloto asturiano aprovechó entonces para colocarse en primera posición. Después, llegó la segunda bandera roja, tras la cual no hubo reanudación; de esta forma, automáticamente Fernando Alonso se coronó como campeón de las 24 Horas de Daytona.
Así, el piloto español hace más grande una leyenda que comenzó en los karts, seguida de su debut en la F1, dos Mundiales y las 24 Horas de Le Mans. Ahora ya puede sumar este nuevo triunfo a todas esas victorias que lleva a sus espaldas.
Además cabe destacar que no cualquiera puede ser capaz de pasar de octavo a primero en prácticamente una hora, con la presión añadida de estar batiéndote con pilotos más experimentados en el circuito y en resistencia…Sólo los mejores pueden hacerlo.
Las 24 Horas de Daytona es una carrera de resistencia en la que existen varias categorías y multitud de coches. 24 horas seguidas conduciendo con el riesgo de fallo tanto de los coches, como de los pilotos que los conducen. Este fin de semana, además, se ha caracterizado por una incesante lluvia que provocó dos banderas rojas.
Cuando se acercaba el final de la prueba, el propio Fernando Alonso comentaba que «No hay visibilidad en las rectas».
Con esta nueva victoria Fernando Alonso ha demostrado una vez más que no sólo es uno de los mejores pilotos de F1, sino que es uno de los mejores pilotos de la historia del automovilismo.
Redacción