Lo ha dicho Castells durante su comparecencia en la Comisión de Universidades a petición propia y de los grupos del PP, Ciudadanos y Vox para que explique el desarrollo del curso afectado por la COVID-19.
Ha asegurado que no se podrá decir a ningún universitario que haya estudiado este curso que «se aprovechó porque no había control» pues existen las agencias de control de calidad, tanto a nivel nacional (Aneca) como en muchas comunidades.
El curso universitario se terminará en los plazos establecidos, incluyendo docencia y evaluación, ha subrayado.
Así, se evaluará de forma no presencial y siempre que sea posible mediante evaluación continua; se intentará adaptar dicha evaluación a las circunstancias del estudiantado (falta de recursos tecnológicos, situación social y condiciones psicológicas).
Además, se procurará que respecto del estudiantado que no está en el último curso, se posponga la realización de las prácticas al próximo curso.
No obstante, ha dicho que «sin ir al infierno» se podrían convocar prácticas para julio si se dan las circunstancias.
El paso en un tiempo récord a la enseñanza en línea cree Castells que será una «herencia extraordinaria».
En cuanto a la EBAU, ha recordado que está previsto un nuevo modelo general -que las comunidades desarrollarán en ejercicio de sus competencias- que garantice «la equidad y permita a todo el alumnado sacar la máxima puntuación».
Sobre becas, el ministro ha dicho que quiere que se basen en el nivel de renta y no rendimiento académico.
En todas las titulaciones la nota para entrar con beca será el 5 y se ampliará el umbral 1 de límite de renta para pedir las ayudas para que así las becas se otorguen a un mayor número de familias.
Asimismo, se está barajando aumentar -si se aprueban nuevos presupuestos- las cuantías fijas de las becas en 100 euros para cada cuantía.
Castells también ha comentado que «sin exagerar» recibe en su correo personal más de 50 peticiones diarias de cómo resolver el problema de los alumnos que al decretarse el estado de alarma se fueron a su residencia familiar u otras y se dejaron portátiles, libros y apuntes en sus pisos o lugares de residencia.
«Son miles de estudiantes» los que deberían ir a buscar sus apuntes, según Castells, que ha dicho que las universidades idearon hacer salvoconductos para ello pero el Ministerio de Interior pasó el tema al de Sanidad y se está a la espera de una respuesta, aunque él espera que haya tiempo para ello el entre estado alarma y los exámenes.
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