Así lo ha anunciado la consejera de Educación, Cristina Uriarte en la comparecencia telemática ofrecida para presentar el plan del Gobierno Vasco para el final de este curso escolar, en el que el COVID-19 ha obligado a suspender las clases presenciales en todos los niveles.
El 18 de mayo volverán a las aulas los alumnos de segundo de Bachillerato, primero y segundo de FP superior y segundo de FP básica y de grado medio. Una semana después, el 25, será el turno de los estudiantes de cuarto de ESO, primero de Bachillerato y primero de FP de grado medio; y el día 28 el de primero de FP básica.
El regreso a clase de estos alumnos será obligatorio, salvo casos excepcionales, ha advertido la consejera, que ha precisado que si las condiciones sanitarias no permiten una vuelta escalonada todos estos alumnos volverán el día 25, la misma fecha en que reabrirán los centros educativos especiales y las áreas terapéuticas.
Los estudiantes de cuarto de ESO, Bachillerato y Formación Profesional serán los únicos en Euskadi que terminen el curso de manera presencial, ya que en los niveles inferiores «se ha primado la seguridad de los más pequeños» y se continuará con la formación telemática.
Se ha decidido por tanto recuperar las clases presenciales únicamente en los «cursos más sensibles y críticos» en los que los alumnos se juegan la obtención de un título o la promoción a estudios superiores.
La consejera ha explicado además que estos estudiantes no requieren de transporte escolar y son «adultos», con lo que es factible dar clases con seguridad para la salud siguiendo las «normas de comportamiento e higiene» dictadas por el Departamento de Salud.
Entre esas medidas para evitar contagios se ha decidido impartir clases en un horario intensivo de 5 horas para así suprimir el servicio de comedor, distanciar los pupitres 1,5 metros entre ellos y establecer turnos que eviten aglomeraciones en el patio.
Será además obligatorio que estudiantes, docentes y resto de trabajadores lleven mascarilla y cada centro deberá organizar entradas y salidas escalonadas y, en el caso de que cuenten con dos accesos, usarlos de manera unidireccional.
Además, a finales de mayo o principios de junio se recuperará parte del servicio de las Haurreskolak, que atenderán a bebés de hasta 1 año cuyos progenitores trabajen o cuiden de personas dependientes.
Preguntada por la posibilidad de permitir el regreso voluntario de los escolares de hasta 6 años (como contempla el Gobierno central), Uriarte ha reconocido que es una buena medida de conciliación, pero que en Euskadi se ha primado la seguridad y salud de los niños.
De esta manera, salvo los alumnos de los citados cursos «sensibles», el resto de escolares vascos terminarán el curso desde sus casas. La consejera ya adelantó hace unos días que cada centro decidirá cómo evaluar el rendimiento de los estudiantes, aunque siempre con la «garantía» de la supervisión por parte de Inspección.
Con respecto al próximo curso, Uriarte ha señalado que trabaja con varios escenarios, aunque la decisión final de si se vuelve a clase con total normalidad o con condiciones especiales la tendrá del Departamento de Salud. Ha dicho en todo caso que la recuperación parcial de la formación presencial a partir del día 18 puede servir de «ensayo» para septiembre.
Estrella Digital