La crítica de la Creup se produce en medio de las peticiones de muchos jóvenes de poder volver a su piso o residencia de estudiante para recoger su portátil, sus apuntes y libros para preparar exámenes, todo lo cual dejaron al iniciarse el estado de alarma.
Castells, en la Comisión de Universidades del Congreso de ayer jueves, se refirió al asunto en los términos citados, aunque destacó que había hablado con el Ministerio del Interior para solucionarlo, pero que le habían remitido a Sanidad y que de momento no hay una solución.
Bajo la etiqueta #QuieroMisApuntes, la Creup ha señalado que «ni el tono ni el fondo del mensaje de Castells fue el apropiado», pues mostraba al colectivo como «un agente superficial e infravalorando una situación atípica, extraordinaria y perjudicial».
«No nos trasladamos desde nuestras residencias académicas a lugares más divertidos, sino a nuestras residencias familiares con el objetivo de ayudar a nuestras familias ante la difícil casuística», han recordado.
«Muchos estudiantes conviven con personas de riesgo que han necesitado su ayuda para sobrellevar la pandemia o poseen hermanos pequeños a las -continúan en su misiva a Castells- que han tenido que ayudar en su desarrollo del curso, debido a que sus progenitores teletrabajan o forman parte de los servicios esenciales».
La imposibilidad de movimiento para poder recoger lo necesario y continuar con la docencia telemática y su posterior evaluación es algo que «nadie podía imaginar».
La Creup -asociación estatal que representa a más de un millón de estudiantes de 35 universidades públicas- lamenta que no se contemple hasta la fase III de desescalada los desplazamientos para recoger los materiales de estudio.
Han opinado que ello no supondría «un riesgo de salud pública, pueden realizarse de forma ordenada y escalonada a través de solicitudes a las propias universidades».
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