Dos partidos bien distintos se han visto este martes en el estadio de La Cerámica. Un primer tiempo en el que un Villarreal muy intenso anuló completamente al Liverpool, consiguiendo dos goles y empatando la eliminatoria. Y un segundo tiempo en el que los de Castellón se vinieron abajo y fueron arrollados por los ingleses, que consiguieron dar la vuelta al marcador en una media hora espectacular. El sueño del submarino amarillo solo duró 45 minutos.
El primer tiempo fue un baño de los de Unai Emery. A los 3 minutos ya habían conseguido el primer tanto (gol de Dia) y sembraban las dudas en el equipo de Jürgen Kloop, marcando los derroteros de lo que iban a ser estos primeros 45 minutos. El Liverpool estuvo desconocido, no fue capaz de dar tres pases seguidos ni de hilvanar sus siempre rápidos y peligrosos contraataques. El Villarreal era más intenso y tenía las ideas más claras. De una buena jugada llegó el segundo gol, en un bello cabezazo de Coquelain en el que nada pudo hacer Allison.
El marcador pudo ser más abultado si el árbitro hubiera pitado un penalti a Lo Celso, que protestaron mucho los de Emery, pero el colegiado entendió que el portero inglés llegó antes al balón. El VAR no lo discutió y Kloop se fue corriendo al vestuario cuando acabó el primer tiempo. Al entrenador alemán no le gustaba lo que estaba viendo.
La charla debió ser tremenda en el descanso, porque el Liverpool que salió en la segunda parte fue totalmente distinto. Tan distinto como fue el Villarreal que vimos tras el descanso. Los ingleses salieron a tener el balón, a ser más agresivos y a atacar con más gente. Y el submarino, incomprensiblemente, se hundió, hizo aguas en todas las líneas. El Liverpool se hizo con la pelota y el control del partido y acabó arrollando al equipo castellonés.
Primero llegó el gol de Fabinho, luego un buen cabezazo de Luis García (revulsivo en la segunda parte) hizo el segundo y el empate. En ambos tantos el portero de Villarreal pudo hacer algo más. Ahí se acabó el partido y la aventura amarilla en la Champions. En un rápido contragolpe, Mané hizo el tercero. La pegada de este Liverpool es indiscutible. El Villarreal, no obstante, cayó a lo grande. Llegó muy lejos en la competición y tras eliminar al campeón italiano y alemán, Juve y Bayern, rozó poder estar en una final de Champions. El Liverpool espera ya en la final al Real Madrid o al City.