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Benidorm (Alicante), 27 ene (EFE).- RTVE ha pedido «respeto» para el jurado profesional de Benidorm Fest y ha defendido su objetividad tras la primera semifinal de este miércoles y el polémico quinto puesto que otorgó a las grandes favoritas de partida, el trío Tanxugueiras.
«Sus miembros tienen sus gustos y opiniones, pero queremos insistir en que es un jurado profesional y así hizo sus valoraciones. No sabían qué estaba votando el de al lado ni se pusieron de acuerdo», ha asegurado María Eizaguirre, directora de Comunicación de la corporación pública en la rueda de prensa celebrada hoy.
Sus palabras llegan tras los abucheos del público en la gala y las suspicacias en redes sociales que levantó la lectura de la suma conjunta de sus votos, que deparó 55 puntos a Chanel, seguida de Blanca Paloma (41), Azúcar Moreno (39) y Varry Brava (39). Por detrás quedaron, Tanxugueiras (38) y Unique (28).
«Pedimos respeto para estas personas que están trabajando. Hemos abierto las puertas a los eurofans a ese polideportivo y pedimos que puedan votar en libertad, sin sentirse presionados», ha insistido Eizaguirre en nombre de RTVE.
Lo cierto es que el sistema de votación elegido para Benidorm Fest generó recelos desde su presentación por las diferencias insalvables que podría generar entre el dictamen del jurado profesional, integrado únicamente por cinco personas que aportan el 50% de la nota.
Para que haya una representación nacional y otra internacional, el jurado de Benidorm Fest la proporción es de 3 a 2, respectivamente. En esta primera edición, el bloque español lo integran la profesora vocal Natalia Calderón, que ha trabajado con los representantes españoles de las últimas ediciones del Eurovision Junior; la coreógrafa y escenógrafa Miryam Benedited, y la mezzosoprano e inspectora de la Orquesta y Coro de RTVE, Estefanía García.
En cuanto al jurado internacional, lo componen el austríaco Marvin Dietmann, director artístico y responsable de numerosas puestas en escena en el festival europeo, entre ellas, la de Blas Cantó en la última edición, y Felix Bergsson, jefe de la delegación islandesa.
Según las normas, cada uno de ellos otorga puntos a cada uno de los participantes de manera independiente y por este orden según sus preferencias: a su favorito 12, al siguiente 10, luego 8, 7, 6 y 5. Después, se procede a hacer suma del total de cada aspirante y el presidente del jurado realiza la lectura.
El otro 50% de la nota procede del voto popular, que a su vez se divide en dos bloques de peso equivalente. Por un lado, el habitual televoto y, por otro, un jurado demoscópico, es un sistema que también aplica el Festival de San Remo en Italia.
Este está integrado por más de 300 personas elegidas por Ipsos y pretende ser una representación de la población española por género, edad y comunidad autónoma, de forma que una región concreta no sea determinante en las votaciones a favor de un artista de la misma.
Fue el caso de Galicia, que se volcó con Tanxugueiras y su tema en gallego con electrónica y raíces folk «Terra». Vivido como un acontecimiento, el programa tuvo allí su mayor cuota de audiencia, un 24,3%, y cristalizó en un televoto que le dio al trío de pandereteiras la máxima puntuación del televoto. El demoscópico le otorgó la segunda, tras Chanel.
Cabe subrayar que tanto en uno como en el otro caso del voto popular, los puntos no son porcentuales. Tras la recepción de llamadas y SMS, los aspirantes se ponen en orden de preferencia de la audiencia por número de apoyos recibidos y así reciben, por orden, 30, 25, 20, 15 y 12 puntos.
De esa manera, aunque la canción favorita del público reciba 18.000 llamadas a favor, la segunda 10.000 y la tercera 9.500, la materialización en puntos será lineal y recibirían 30, 25 y 20 en este orden, sin tener en consideración la diferencia de volumen.
Al final de la noche, Blanca Paloma acumuló 79 puntos y Varry Brava, 74. Se quedaron sin plaza para la final Azúcar Moreno (69) y Unique (55). Primera fue Chanel, con 110 puntos, seguida de las gallegas, con 93, una diferencia de 17 puntos que marcó el jurado profesional.
«El problema de este sistema de votación, si un jurado de cinco personas eleva o hunde a un candidato, es que el televoto por decalaje no puede hacer nada», alertaba hace días en Twitter Vicente Rico, redactor de la web de referencia Eurovision-Spain, al reclamar un sistema porcentual, como sucede en la preselección sueca. EFE
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