Un partido frenético propio de la rivalidad de los dos grandes clubes de La Liga y en el que Raphinha demuestra que está a la altura del fútbol español con un golazo que da la victoria al FC Barcelona ante un Real Madrid salvado por Thibaut Courtois de lo que podía haber sido una catástrofe en el primer clásico de la temporada 22/23.
Un partido de caras nuevas y de probar nuevos esquemas para los dos entrenadores que quisieron mostrar sus mejores armas en el primer clásico de la (pre)temporada y que no pueden quejarse de la eficacia de sus estrategias.
Cerca estuvo Lewandowski de adelantar a su equipo en el minuto diez en un mano a mano contra Courtois que obligó al belga a estirarse para desviar el balón. Poco después, Fede Valverde ponía contras las cuerdas al FC Barcelona con un disparo desde fuera del área tras un mal rechace de la defensa blaugrana que se estrellaba en la cruceta y ponía en pie a toda la afición del Allegiant Stadium.
En el minuto 27, tras un error colosal de Militao, Raphinha aprovechaba con la pierna izquierda para colocar la pelota en la escuadra de la portería para que el cancerbero no pueda llegar siquiera a tocar el balón.
No fueron pocas las ocasiones de ambos equipos para adelantarse en el marcador en un partido lleno de emoción y de fútbol. El debut tan esperado de Robert Lewandowski dejó con un buen sabor de boca a todos los aficionados del equipo culé. No hubo gol, aunque cerca estuvo, pero seguro que esta temporada el polaco dará mucho de qué hablar.
Tras el descanso
Durante el descanso los dos equipos realizaron un total de 11 cambios:
En el equipo de Carlo Ancelotti se retiraban del terreno de juego Alaba, Valverde, Camavinga, Hazard y los ya estrenados Rüdiger y Tchouameni, para dejar lugar a la entrada de Nacho, Mendy, Modric, Kroos, Casemiro y Marco Asensio.
Xavi Hernández por su parte retiraba a Ansu Fati, Christensen, Jordi Alba, Gavi y a la sensación polaca, Robert Lewandowski, para que ingresaran en el campo Dembelé, Aubameyang, Balde, Kessié y De Jong. Tras el descanso, comenzaba una segunda parte más tranquila que daba un giro de 180º al clásico en el que las ocasiones fueron mucho menos peligrosas para los dos equipos y que nada tuvo que ver con la primera parte del partido. Los dos conjuntos trataron de mostrar su magia en la ciudad del juego, sin conseguir hacer subir ningún gol al marcador. Aunque “lo que pasa en Las Vegas se queda en las Vegas”, esta vez, el FC Barcelona se lleva a casa la victoria contra el actual campeón de Liga y Europa.