El gobierno de Noruega está planteándose soluciones para evitar casos como la cancelación del Smash World Tour, el que debía ser el mayor torneo en la historia de Super Smash Bros a nivel mundial este año. La diputada parlamentaria Lan Marie Berg ha pedido explicaciones al gobierno, en concreto a la ministra de cultura del país Annette Trettebergstuen.
A parte de la población le ha sorprendido que haya sido Noruega quien haya tomado esta decisión y no Suecia. De hecho, la legislación en Suecia apoya mucho tanto a los eSports como aquellos que lo practican. Tienen previsto incluir dentro del gobierno un departamento dentro del equivalente sueco de nuestro Consejo Superior de Deportes, sin ir más lejos. De Suecia precisamente proceden algunos de los mejores jugadores de Smash Bros, tales como Leffen o Armada, quien fuera hasta su retirada el número 1 del mundo.
La historia que ahora se plantea al gobierno de Noruega es ya conocida, pues de hecho ya la tratamos en Estrella Digital a principios de diciembre. SWT era un circuito de diferentes torneos tanto de Super Smash Bros. Melee (el clásico de Gamecube) como del actual Super Smash Bros. Ultimate de Switch. Un circuito de nada menos que 35 torneos a nivel mundial, con jugadores viajando a diversas partes del mundo para pelear por su hueco en la gran final, que debía celebrarse en San Antonio, Estados Unidos.
Sin embargo, ya sabemos que ni hubo final (un torneo donde se iban a repartir en premios un total de medio millón de dólares) ni tampoco habrá SWT 2023. Estaba previsto realizar un circuito de torneos aún más grande. La idea era aumentar los premios en metálico hasta los 350.000 dólares por cada uno de los juegos.
La cadena de eventos resultaría además en la cancelación de la Panda Cup – el otro circuito de torneos de Smash – y el cese con efecto inmediato del Dr. Alan Bunney, hasta entonces CEO de Panda. Las acciones de Bunney, a espaldas del SWT y de Nintendo y con actitud amenazante hacia diferentes organizadores, fueron las desencadenantes de esta situación.
Llama todavía más la atención de que Noruega sea quien lleve estas cuestiones a su gobierno por otro motivo. Noruega, como toda Escandinavia, no tenía ningún torneo inscrito dentro del SWT, al menos no en el circuito de 2022. Los únicos torneos europeos presentes este año eran Colossel en Lyon y Ultimate Wanted 4, ambos en suelo francés.
Otros casos en Noruega
En Noruega ya se han dado problemas relacionados con la organización de eSports en el pasado. En concreto, con la organización de torneos de League of Legends, considerado el eSport más multitudinario a nivel mundial desde hace varios años. Riot Games, desarrolladora del éxito de estrategia en tiempo real, tiene aquí el control de la situación.
Esto implica tener el control de quien puede organizar sus torneos en todo el país y quien no. Esto implica tensiones entre las diferentes empresas organizadoras. También tiene la potestad de decidir quien puede participar en torneos y quien no, a nivel de equipos. Este tipo de situaciones deja a los eSports y a sus jugadores en un estado vulnerable.
Por ejemplo, en Noruega, el 96% de los niños entre 9 y 18 años juegan a alguna clase de eSports según una estadística que refleja el medio PressFire. No es tampoco una cuestión de género, pues en el caso de las niñas es del 63%. Es decir, una amplia parte de la población joven, sin contar los que tienen más de veinte años y más poder adquisitivo para viajar de manera presencial a torneos.
La posible implicación gubernamental en Noruega ya es un gran paso adelante para el tratamiento legislativo de los eSports en Europa. En el caso de Estados Unidos es diferente, pues sí se trata a los jugadores de eSports profesionales como atletas. Los pasos que se puedan dar a raíz de estas situaciones pueden marcar referentes para todo el Viejo Continente en los próximos años. Con suerte, sin nefastas consecuencias para las diferentes comunidades de eSports.